Con la información obtenida, la autoridad puede ordenar las inspecciones correspondientes, así como el requerimiento de las licencias o concesiones necesarias a quienes se hallen en dicha actividad ilícita.
Chihuahua. – En el afán de combatir la perforación ilegal de pozos, acción que repercute grandemente en la gestión y administración del agua y además acelera el abatimiento de los mantos acuíferos, es necesario habilitar un teléfono donde la población pueda realizar denuncias anónimas al respecto.
Recientemente, presenté una Iniciativa con carácter de Punto de Acuerdo para hacer un llamado y exhorto a la Comisión Nacional del Agua Dirección Local Chihuahua, con el fin de que dirija las acciones para dicha línea, que propusimos se denomine “DenunciAgua”, un eslogan fácil de identificar para la población.
Con la información obtenida, la autoridad puede ordenar las inspecciones correspondientes, así como el requerimiento de las licencias o concesiones necesarias a quienes se hallen en dicha actividad ilícita.
También facultada para aplicar las sanciones respectivas de resultar el caso particular aplicable, y en su momento la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente aplique también las sanciones que haya lugar.
La sobreexplotación de los acuíferos se ha presentado por una incesante corrupción en la asignación de derechos de explotación en el bombeo agrícola. Adicionalmente, se presenta el desvío de aguas superficiales y su acaparamiento en un mercado negro, sin control y muy pernicioso.
Han sido muchos años en los que miles de familias campesinas de ejidos del norte de Chihuahua han denunciado robos de agua de la región, con la apertura de pozos ilegales que ahora buscan electrificar, lo cual es un tema que está en manos de las autoridades federales.
En Chihuahua, la construcción de pozos ilegales y de obras para desviar el cauce de ríos para regar campos de cultivo es un problema que ha sido denunciado por ejidatarios y agricultores desde, por lo menos, el 2012.
No es secreto que en el estado existen muchísimos pozos ilegales de agua, que extraen grandes cantidades del vital líquido sin los permisos de concesión correspondientes que la autoridad pudiera entregar.
Lo que es más grave es la falta de supervisión o control de las cantidades que se extraen y el uso que se le da, aunado al daño que pueden llegar a provocar a los mantos acuíferos subterráneos, al cauce natural de ríos y arroyos e incluso llegar a provocar la sequía en zonas aledañas por la sobreexplotación que estos pozos ilegales traen como resultado.
Resulta común, que en estos escenarios la autoridad no esté informada, pues generalmente la excavación de pozos ilegales para extraer agua se realiza en zonas despobladas o alejadas de las ciudades y poblados, por lo regular con fines de aprovechamiento agrícola o ganadero, por lo que el desconocimiento en la mayoría de los casos trae consigo posibles afectaciones mayores al ambiente en donde se encuentran estos.
Chihuahua, el estado más grande de toda la República Mexicana, compuesto por valles y llanuras, la sierra tarahumara y el desierto, un estado basto y rico en recursos, productivo y lleno de gente aún más productiva y orgullosa de pertenecer a esta tierra.
Sin embargo, como cualquier otro estado, tiene problemas propios que aquejan la vida diaria y uno de ellos, que ha sido constante a través de los años y ligado a muchos otros problemas más en la entidad, es el del agua.
El estado tiene una naturaleza predominantemente semidesértica en la mayor parte de su territorio, la vida se ha ido formando en torno a esta realidad y a lo largo de los años hemos atravesado, muchas sequías extremosas y la escasez de agua en muchos de los municipios, sin embargo, siempre ha logrado salir adelante pese a las adversidades y retos.
Si bien es cierto que en meses anteriores recibimos una bendecida temporada de abundantes lluvias, el momento para cuidar el agua es precisamente ahora.
Una línea telefónica exclusiva de denuncias vendría a reforzar las acciones del Gobierno del Estado a través de la Junta Central de Aguas, que han puesto a la gestión del agua como un eje prioritario.