Redacción
La oscuridad, el cese del dolor, la salida a la luz y luego una sensación de paz son algunos de los elementos que durante años han conformado en el imaginario común la idea de qué sucede cuando uno fallece, publicó BBC.
Ahora, un inédito estudio científico acaba de demostrar que la conciencia de una persona no muere inmediatamente cuando el corazón deja de latir y ha probado que experiencias como ver pasar tu vida ante tus ojos o tener la sensación de estar saliendo de tu propio cuerpo son diferentes de las alucinaciones. Son más reales de lo que hubiéramos podido pensar.
Experiencias lúcidas en paros cardíacos
La información de BBC asegura que el estudio dirigido por la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York (NYU) recoge que una de cada cinco personas, que sobrevive a la reanimación cardiopulmonar (RCP) después de un paro cardíaco, puede describir experiencias lúcidas de la muerte que ocurrieron mientras estaban aparentemente inconscientes y sin latidos.
“A lo largo de la historia miramos la muerte bajo la convención social de que había una línea entre la vida y la muerte y que una vez que se cruzaba no había vuelta atrás», explica a BBC Mundo Sam Parnia, director del estudio presentado en las recientes Sesiones Científicas 2022 de la Asociación Americana del Corazón en Chicago.
“En los últimos 60 años, esto se ha puesto en duda porque el descubrimiento de la reanimación cardiopulmonar ha permitido devolver a la vida a algunas personas que, desde una perspectiva biológica, habían entrado en la muerte”, indica.
«Esas personas han estado reportando experiencias por más de 60 años y hay millones de personas alrededor del mundo que reportaron las mismas experiencias».
Sin embargo, durante años estas experiencias fueron descartadas categorizándolas de simples alucinaciones o de trucos del cerebro o de vivencias similares a las inducidas por drogas. Algo que esta investigación ha demostrado ahora que se trata de una comparación errónea.
Los investigadores estudiaron a 567 personas que recibieron RCP tras una parada cardíaca durante su hospitalización entre mayo de 2017 y marzo de 2020 en Estados Unidos y Reino Unido, de las cuales menos del 10% sobrevivió.