México iniciará el proyecto del Litio desde cero, lo cual conlleva la creación de alguna institución a cargo del sector, lo que representa una primera inversión en infraestructura institucional, como la contratación de personal y otros factores necesarios para la explotación del recurso natural.
Ciudad de México. –México podría tardar hasta 10 años en explotar plenamente el Litio debido a que carece de recursos suficientes para destinar al sector por lo que, además, podría ser demasiado tarde para el ‘boom’ que vive el metal a nivel global, dijo Gonzalo Monroy, analista del sector energético.
La explotación de Litio por parte del gobierno federal podría necesitar una inyección de billones de dólares para echar a andar el proyecto, especialmente si no cuenta con la participación de la Iniciativa Privada (IP).
Ayer, el Senado de la República aprobó la ley minera después de haber sido votada en comisiones.
México iniciará el proyecto del Litio desde cero, lo cual conlleva la creación de alguna institución a cargo del sector, lo que representa una primera inversión en infraestructura institucional, como la contratación de personal y otros factores necesarios para la explotación del recurso natural.
“El ejemplo más cercano es el de Chile, quien invertirá 11 mil millones de dólares (mdd) en un proyecto (…) la cuestión es que México empezará desde abajo y eso aumentará drásticamente la inversión inicial que se necesita (…) hablamos de billones de dólares”, dijo el especialista en entrevista con El Sol de México.
Agregó que el proyecto del ejecutivo no es algo que pueda implementarse de la noche a la mañana, dado que presupuestalmente México no cuenta con tantos recursos económicos.
Tan sólo la inversión que realizará el país sudamericano representa casi el 50 por ciento del presupuesto total anual de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para el año fiscal 2022.
Además, la cuestión no es la extracción del material, ya que es similar a la de metales como el oro o la plata, sino ‘limpiar’ y depurar químicamente al elemento para que pueda ser funcional; por ejemplo, en las baterías de los autos eléctricos, refirió Monroy.
Bajo dicho contexto, la IP es fundamental para lograr la plena explotación del Litio debido a que el gobierno federal no posee la capacidad suficiente en inversión e infraestructura para poder llevar a cabo los proyectos deseados por el ejecutivo.
PASADO DE MODA
El hecho de que la explotación de dicho recurso sólo pertenezca al gobierno federal podría retrasar el ‘boom’ que vive el Litio a nivel global.
“En 10 años, el litio podría ya no ser relevante y, dado el avance tecnológico, otros recursos serían más importantes, como el hidrógeno (…) México incursiona tarde en este tema”, explicó Monroy.
De acuerdo con el dictamen presentado de la reforma a la Ley Minera respecto a la ‘nacionalización’ del Litio registrado en el artículo 2 en su quinta fracción, no se permite la participación de entidades privadas —aún así sean mexicanas—, ni siquiera en cuestiones de asociación entre la IP y el gobierno.
Sin embargo, al actuar de forma solitaria, el Estado no cuenta con la infraestructura tecnológica para desarrollar la industria.
