Redacción
Cocinar a temperaturas muy altas con una freidora de aire (air fryer) puede ser riesgoso para la salud de las personas.
Aunque se use poco aceite, hay un riesgo alto de que se desarrollen compuestos peligrosos como la acrilamida, indicó la Organización de Consumidores y Usuarios de España.
La acrilamida es una sustancia química con la que se produce papel, tintes y plásticos.
Este compuesto está presente en alimentos ricos en carbohidratos durante métodos de cocción a altas temperaturas.
Y aunque freírlos al aire puede reducir el contenido de ésta, no garantiza la desaparición del riesgo.
“No se sabe que la freidora de aire cause cáncer, pero el proceso da como resultado la formación de ciertos compuestos, como la acrilamida, que están relacionados con el desarrollo del cáncer.
“La acrilamida está clasificada como probable carcinógeno humano. La acrilamida se forma cuando los alimentos se calientan a temperaturas superiores a los 120 grados Celsius (120 °C) o 250 grados Fahrenheit (250 °F)”, explica el portal poison.org.
“Durante el proceso de calentamiento, una serie de reacciones químicas (llamadas ‘reacción de Maillar’) que involucran azúcares y aminoácidos contenidos en los alimentos dan como resultado la formación de acrilamida.
“Los alimentos ricos en carbohidratos, como las papas fritas, las papas fritas y los productos horneados contienen los niveles más altos de acrilamida, pero el pescado, la carne y las verduras producen cantidades más pequeñas de acrilamida cuando se cocinan”, detalla la página de la organización civil sin fines de lucro National Capital Poison Center.
Un estudio publicado en la Biblioteca Nacional de Estados Unidos encontró que la freidora de aire reducía la acrilamida hasta en 90 por ciento en comparación con una freidora tradicional. Aunque también relaciona esta sustancia con el cáncer de riñón.
Según la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, la acrilamida tiene vínculos con el desarrollo de varios tipos de cáncer, como el de endometrio, ovario, páncreas, mama y esófago.
El Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos indicó que “los aldehídos, las aminas heterocíclicas y los hidrocarburos aromáticos policíclicos son otros productos químicos potencialmente peligrosos que se forman con la cocción a altas temperaturas y pueden estar asociados con un mayor riesgo de cáncer”.