Redacción
Tori Bowie, la velocista estadounidense que fue medallista olímpica en los Juegos de Río de Janeiro 2016 y campeona mundial en 2017, falleció a los 32 años de edad.
La agencia de representación de Bowie y la Federación Estadounidense de atletismo anunciaron el deceso el miércoles. No se dio a conocer la causa.
“La USATF (siglas en inglés de la federación estadounidense) está apesadumbrada por el deceso de Tori Bowie, tres veces medallista olímpica y doble campeona mundial”, dijo el director ejecutivo de la federación, Max Siegel, en un comunicado. “Una talentosa atleta, su impacto en el deporte fue inconmensurable y la echaremos mucho de menos”.
Oriunda de Sandhill, Mississippi, Bowie incursionó en el atletismo siendo adolescente y rápidamente se destacó como velocista y saltadora de longitud. Estudió en la Universidad de Southern Mississippi, donde acaparó los títulos del salto largo en los campeonatos nacionales bajo techo y aire libre en 2011.
Tori Bowie brilló como medallista olímpica en Río 2016, donde se llevó una presea de plata en los 100 metros y la de bronce en los 200. Acompañó a Tianna Bartoletta, Allyson Felix y English Gardner en la cuarteta 4×100 que conquistó la medalla de oro.
Un año después, se colgó la medalla de oro en los 100 metros del Mundial de atletismo en Londres.
Bowie fue adoptada de niña por su abuela tras ser abandonada en un orfanato. Se veía como una jugadora de baloncesto y a regañadientes le convencieron que probara con el atletismo. Pero aprendió rápidamente, ganando un campeonato en los 100, 200 y el salto largo antes de acudir a la universidad.
Su primer gran laurel internacional fue la medalla de bronce en los 100 metros en el Mundial de 2015. “Mi abuela me ha dicho durante toda mi vida que soy capaz de conseguir todo lo que me proponga”, señaló tras subir al podio.