Pos la ciudad se está inundando de fentanilo y ya las autoridades no pueden esconder más este problemón de salud pública que tienen encima, como lo hacían allá en los inicios de 2022, cuando los jefes de todas las corporaciones aseguraban, como floripondios, pues, que esa droga nomás estaba en bodegas de casas de seguridad esperando cruzar al gabacho.
En ese entonces, los animosos informes de la Fiscalía General del Estado (FGE), indicaban que solo de septiembre de 2021 a julio de 2022, se aseguraron 120,725 pastillas de fentanilo. Después de ese periodo las incautaciones realizadas han aumentado a niveles alarmantes, que deberían tenernos a todos con el alma en un hilo, porque eso quiere decir, que la ciudad está ahogándose en esta peligrosa droga sintética.
No es solo un problema de seguridad, reiteramos, es un problema de salud pública. El Informe de Paz México 2023 debería de bajar de las nubes a los responsables de generar políticas públicas, para que se pusieran a trabajar de manera urgente en lo que ya se conoce como la nueva pandemia. Es prioritario atender este fenómeno para evitar que la ciudad, con todos los problemas de inseguridad que se carga, tenga encima el de los zombies y las muertes por sobredosis, como ansina lo sufren ya los hijos del tío Sam.
El volumen total de fentanilo decomisado, únicamente en los cruces fronterizos entre México y Estados Unidos, aumentó de 31.8 kilogramos a 6,668. El informe nos advierte que entre el 2019 y 2021, la cantidad de personas atendidas por sobredosis de fentanilo en México aumentó en un 638 por ciento.
Pos el fentanilo lleva meses en las calles de Ciudad Juárez y se está consumiendo, y los narcomenudistas ya le hallaron a su comercialización, porque es relativamente barato producirlo. Los márgenes de ganancia, dicen los expertos, pues, que cuando se vende y distribuye aumenta hasta 2,700 veces el precio de producción.
El riesgo para los consumidores lechuguinos, esos que van a las secundarias y le quieren hacer a los experimentación, es altísimo, porque el efecto es por lo menos 50 veces más fuerte que el de la heroína, o la chiva, como le dicen en juaritos, donde ya se detectó el fentanilo negro, que es una variante todavía pior.
Los componentes químicos, la materia prima, llegan a través de los puertos y la droga es fabricada de manera clandestina en laboratorios, muchos de ellos desmantelados por el Ejército, la Marina o la Guardia Nacional, pero pos a decir verdad, más tardan en desmantelarlos que la delincuencia en abrir nuevos laboratorios.
El mes pasado se detectó la circulación del fentanilo verde y negro. Esta droga apenitas acaba de salir al mercado y es entre 3 y 4 veces más poderosa que el fentanilo, que llegó a principios de 2022 a Juárez. Ya no podemos hacernos mensos y decir que esta droga va solo de paso para el gabacho, porque eso sería atentar contra nuestra aporreada Ciudad Juárez. Es momento, pues, de echar a andar todos los motores para desactivar este problemón de salud, antes de que sea demasiado tarde.
El fentanilo arrasó con muchas personas en Estados Unidos, el año pasado representó el 75 por cientos de las muertes por sobredosis que fueron 110,000 bajas, en el 2021 fueron unas 70,000. Si los gobiernos y la sociedad no hacen un frente común, pronto las calles de la ciudad, o al menos algunos de sectores urbanos, cambiarán rotundamente con la presencia de gente desamparada a consecuencia del consumo de esta droga.
