Pos hoy es viernes y les tenemos otra transa calientita, acabada de salir del horno de la corrupción de Maru Moches y su Liga de la Injusticia, nada más y nada menos está relacionada con los libros de texto que mantiene secuestrados en las bodegas del Gobierno del Estado, allá en tierras chihuahuitas.
Resulta y resalta que la Secretaría de Educación y Deporte imprimió los Cuadernillos Didácticos 2023-2024 mediante un procedimiento, pues, de adjudicación directa, oséase que por andar con las prisas de su politiquería, tuvieron que gastarse 37.8 millones de pesos.
Pos la empresa beneficiada es Impresos y Artículos de Publicidad SA de CV, que es propiedad de Felipe Edibray Gómez Gallegos, actual secretario de Turismo y expresidente de la Canaco. Todo esto está asentado en el oficio identificado como SGG.127/2023, firmado por el transota del secretario general de Gobierno, Santiago de la Peña Grajeda.
Ya le habíamos contado ayer, que la Secretaría de Educación no hizo algùn análisis ni nada para mantener los libros en las bodegas, pero se sacó de la manga que un equipo especializado había revisado los ejemplares y había encontrado supuestamente muchos errores, lo cual no es cierto, son puras mentiras, pues.
Entonces esta bronca tiene que ver con un caso más de opacidad, pos el Estuche de Maru se gastó un dineral de los chihuahuenses por un berrinche, a pesar a pesar de que la fracción morenista presentó más de 100 mil firmas de padres de familias que exigen sean entregados los materiales de la SEP a los estudiantes chihuahuenses.
Pos ojalá que este robo en despoblado sea investigado, porque hasta anoche la Secretaría de Educación no había informado a detalle, porque supuestamente todavía no terminan de imprimirse la totalidad de libros, algo que nos dice, pues, que se gastarán otros millones de pesos que irán a los bolsillos del funcionario estatal.
Como no existió un proceso de licitación para la impresión de los folletos y se imprimieron en una empresa del gabinete de la Liga de la Injusticia, pues es claramente un delito, un conflicto de interés, una transa hecha y derecha.
La Auditoría Superior del Estado debería investigar el caso, pero no lo va a hacer, porque resulta que Héctor Alberto Acosta Félix, su titular, es un amigo de Maru que se la ha pasado de tapadera nomás cubriéndole las transas con la Plataforma Centinela en la que Maru se gastó 4 mil 600 millones de pesos, que está pagando a la empresa Seguritech, que tiene quejas en varias partes del país por inflar precios y quedar mal con su servicio.
La rabieta de Maru Moches está alcanzando nuevos niveles que están sobrepasando la razón, pues, es decir que se le están yendo las cabras al monte a la gobernadora.
Estimada lectora, querido lector, nos leemos en este su espacio favorito de Redes Ciudadanas, pase un excelente fin de semana y pórtese bien.
Por eso somos los rompenueces.
