Los pasos que ha seguido el gobierno de Israel en su avance de “muerte y destrucción” en contra de Gaza, “son, hasta ahora, los de una guerra militar clásica de conquista con un bombardeo intenso y masivo”, afirmó el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Después de más de un año de silencio, el grupo rebelde dijo en un comunicado firmado por el subcomandante Moisés, que “la guarnición enemiga a la que quieren debilitar con el cerco y sitio que se está tendiendo en torno a Gaza no es otra cosa que la población palestina que ahí vive, y que el asalto buscará aniquilar” a la población.
“Ni Hamás ni Netanyahu. El pueblo de Israel pervivirá. El pueblo de Palestina pervivirá. Sólo necesitan darse una oportunidad y empeñarse en ella”, manifestó en el documento difundido esta mañana a través de su página oficial.
Agregó: “Nosotros no sabemos mucho de esto y, es seguro, hay especialistas sobre el llamado ‘conflicto en Medio Oriente’, pero desde este rincón algo tenemos que decir: Según las fotos de las agencias noticiosas, los puntos ‘neurálgicos’ destruidos por la aviación del gobierno de Israel son casas habitación, chozas, edificios civiles”.
No hemos visto, abundó, ningún bunker, ni cuartel o aeropuerto militar, o batería de cañones, entre lo destruido, por lo que “pensamos que o los artilleros de los aviones tienen mala puntería o en Gaza no existen tales puntos militares ‘neurálgicos’”.
Señaló que “hemos visto, sí, el hasta ahora vano esfuerzo de cerco informativo y a los distintos gobiernos del mundo dudando entre hacerse patos o aplaudir la invasión, y una ONU (Organización de Naciones Unidas), ya inútil desde hace tiempo, sacando tibios boletines de prensa”.
El EZLN se preguntó: “¿Sirve decir algo? ¿Detienen alguna bomba nuestros gritos? Nuestra palabra, ¿salva la vida de algún niño palestino? Nosotros pensamos que sí sirve, que tal vez no detengamos una bomba ni nuestra palabra se convierta en un escudo blindado que evite que esa bala calibre 5.56 mm o 9 mm, con las letras “IMI” (“Industria Militar Israelí”) grabadas en la base del cartucho, llegue al pecho de una niña o un niño, porque tal vez nuestra palabra logre unirse a otras en México y el mundo y tal vez primero se convierta en murmullo, luego en voz alta, y después en un grito que escuchen en Gaza”.
Expresó que los zapatistas “sabemos lo importante que es, en medio de la destrucción y la muerte, escuchar unas palabras de aliento. No sé cómo explicarlo, pero resulta que sí, que las palabras desde lejos tal vez no alcanzan a detener una bomba, pero son como si se abriera una grieta en la negra habitación de la muerte y una lucecita se colara”.
Por lo demás, añadió, “pasará lo que de por sí va a pasar. El gobierno de Israel declarará que le propinó un severo golpe al terrorismo, le ocultará a su pueblo la magnitud de la masacre, los grandes productores de armamento habrán obtenido un respiro económico para afrontar la crisis y ‘la opinión pública mundial’, ese ente maleable y siempre a modo, volteará a mirar a otro lado. Pero no sólo. También va a pasar que el pueblo Palestino va a resistir y a sobrevivir y a seguir luchando, y a seguir teniendo la simpatía de abajo por su causa”.
Afirmó que “tal vez, un niño o una niña de Gaza sobrevivan también. Tal vez crezcan y, con ellos, el coraje, la indignación, la rabia. Tal vez se hagan soldados o milicianos de alguno de los grupos que luchan en Palestina. Tal vez se enfrente combatiendo a Israel. Tal vez lo haga disparando un fusil. Tal vez inmolándose con un cinturón de cartuchos de dinamita alrededor de su cintura. Y entonces, allá arriba, escribirán sobre la naturaleza violenta de los palestinos y harán declaraciones condenando esa violencia y se volverá a discutir si sionismo o antisemitismo. Y entonces nadie preguntará quién sembró lo que se cosecha”.