Pos Maru Campos finalmente le bajó dos rayitas a sus cambiantes estados emocionales contra la Federación, y es que no es por ella, sino por sus asesores que esta semana le mostraron que su popularidad va en picada, tras el secuestro de los libros de texto que dejó a miles de alumnas y alumnos chihuahuenses sin los materiales didácticos.
A esto se le ha sumado, pues, el reclamo generalizado de los diputados de oposición y padres de familia, por el despilfarro de recursos públicos millonarios para mantener una campaña contra la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, que incluyó la manipulación de las cámaras empresariales y algunos personajes fifís, que se han visto beneficiados con contratos entregados por la vía directa.
Un informe que le fue presentado en Palacio de Gobierno en los últimos días, en una reunión en la que solo hubo unos cuantos secretarios de su gabinete, mostró que en los últimos 45 días bajó 10 por ciento en la realidad, aunque a nivel nacional quiera aparentar otra cosa con los sondeos pagados y a modo.
A Maru Campos, también conocida en redes sociales como Maru Moches, se le está cayendo el gobierno a pedazos por varios escándalos, el último de ellos tiene que ver con su exsecretario de Coordinación Ejecutiva de Gabinete, Luis Serrato Castell. La mandataria piensa que puede tapar el sol con un dedo y ante lo que era un secreto a voces, ordenó a la Secretaría de Seguridad Pública del Estado clasificar como información de carácter reservado, las bitácoras de vuelos realizados en los aviones de la flotilla estatal.
Y es que todo esto, según los diputados estatales de Morena, ocurrió luego de que un ciudadano pidió información al Estado sobre los vuelos del exfuncionario, ya que se empezaron a ventilar en redes sociales las decenas de vuelos que hizo sin ningún encargo oficial.
Entre septiembre de 2021 y el 1 de agosto de 2023, Serrrato realizó 30 vuelos a distintas partes del país, al extranjero y pos hasta para no hacer fila en los puentes internacionales ya que hay varios registrados de Chihuahua a El Paso.
La información solicitada por el ciudadano fue rechazada por el Gobierno del Estado y después el Instituto Chihuahuense para la Transparencia y Acceso a la Información, acordó ordenar al gobierno de Maru que no se hiciera pato con esos datos, pero la Secretaría de Seguridad Pública Estatal salió con que los datos los reservó por cuatro años, porque se ponía en peligro a los funcionarios estatales, si se daban a conocer esos datos.
La forma de conducirse de la mandataria, estimada lectora, querido lector, ya lo hemos escrito en este su espacio favorito de Redes Ciudadanas, es una mentada de madre para el pueblo que confió en sus promesas de campaña, que se han ido, todas, al caño.
Por eso somos los rompenueces.
