Al reunir de modo extraordinario la noche de este lunes en su residencia de Novo-Ogoriovo, en las afueras de la capital rusa, a los miembros del Consejo de Seguridad de este país, que de forma regular se celebra cada viernes, el presidente Vladimir Putin propuso analizar, entre otros temas, los disturbios antisemitas ocurridos la noche del domingo en Majachkalá, capital de la república de Daguestán en el Cáucaso del norte y la situación en Medio Oriente, de acuerdo con el servicio de prensa del Kremlin.
Al abrir el encuentro –con base en la versión estenográfica de la parte pública– Putin destacó que “aquellos que están detrás del conflicto de Medio Oriente, de otras crisis regionales, usan sus consecuencias destructivas para sembrar el odio, contraponer a las personas en todo el mundo: ese es el objetivo egoísta de los titiriteros geopolíticos”.
Indicó que la actual escalada del conflicto de Medio Oriente comenzó “con el ataque terrorista contra la población civil en Israel y ciudadanos de otros países que estaban en el territorio de ese Estado”, pero –añadió– “también vemos que en lugar de castigar a los crimininales y a los terroristas, lamentablemente empiezan a vengarse conforme al principio de responsabilidad colectiva”.
Según el mandatario ruso, Estados Unidos y sus aliados no escatiman recursos para “desestalibilzar Rusia y dividir nuestra sociedad”, que es multinacional y profesa distintas religiones. “Tenemos que entender quién está detrás de la tragedia de los pueblos de Medio Oriente: la actual élite gobernante de Estados Unidos y sus satélites, que se benefician de la inestabilidad en el mundo y obtienen sus réditos de sangre”, subrayó.
Para Putin, Estados Unidos “ve que se está resquebrajando su hegemonía” y quiere extender “su domininación, su dictadura global” y hacerlo es más fácil, sostiene, “en medio del caos, desestabilizando a sus competidores, entre los cuales incluyen a nuestro país y, en realidad, a los nuevos centros de desarrollo mundial, a países soberanos que se niegan a humillarse y cumplir el papel de lacayos”.
Respecto a los disturbios en Majachkalá, el titular del Kremlin afirmó que “se instigaron desde las redes sociales, no en el último lugar desde territorio de Ucrania, a través de los agentes de los servicios secretos occidentales”, sin acusar a nadie en particular.
“No dejan de sorprenderme –indicó Putin– tanto el régimen de Kiev como sus amos del otro lado del océano: ahora intentan de instigar pogromos en Rusia. Sería bueno que quienes dicen estar preocupados por los ciudadanos israelíes investiguen a qué se dedican sus servicios de espionaje en Ucrania, no estoy seguro de que sepan –repitió– que ésta trata de instigar pogromos en Rusia”.