El juez de distrito estadounidense Dana Sabraw extendió la prohibición de separar familias en la frontera por ocho años, bloqueando la reanudación de la política de cero tolerancia impulsada por el gobierno de Trump si es reelegido.
La decisión, producto de un acuerdo entre el Departamento de Justicia y la ACLU, evita el retorno de una política que desencadenó una crisis humanitaria en 2018. Sabraw, quien en su momento ordenó detener las separaciones y la reunificación de niños con sus padres, ahora amplía la prohibición hasta diciembre de 2031.
Bajo estas nuevas directrices, la separación familiar se permitiría solo en circunstancias excepcionales, como riesgo de abuso infantil, condenas penales de los padres o dudas sobre la relación parental. Además, ofrece posibles beneficios para las familias previamente separadas, como estatus legal, reunificación en EE. UU. a expensas del gobierno y apoyo social y legal.
Sin embargo, no se proporcionará compensación monetaria a las familias, a pesar de consideraciones previas por parte de la administración Biden.