Pos el Gobierno del Estado y su Liga de la Injusticia se la ha pasado alargando la prometida modernización del transporte público en Juárez, y es que todavía es hora de que nomás no se ven los camiones nuevos que dijeron que iban a andar en la calles.
La última que se aventó el Estado, pues, fue allá por inicios de mes que anunciaron con bombo y platillo que ya estaba en marcha la transformación del penoso servicio que se da a los fronterizos desde hace años.
Santiago de la Peña, el Secretario General de Gobierno dio a conocer que habían llegado 20 nuevos camiones y casi organiza una kermés para festejarlo, y como no podía faltar la burla, se atrevió a decir que ya tenían recibo de compra de 120 nuevas unidades.
Ya pasó todo el 2023 y no se vieron cambios, la estructura millonaria que se hizo y que no sirve para nada, más que para que el tráfico sea más lento en las calles de la ciudad, sigue sin utilizarse, allá de vez en cuando pasa un camión oruga que pareciera que siempre es el mismo, pues.
Mientras eso sucede, son los usuarios y las familias vulnerables los que batallan a diario, pues, con camiones sin placas y algunos hasta sin ventanas, pese al frío que ya cala en la ciudad. Esos 20 camiones que llegaron son para las rutas alimentadoras, pero se necesitan cientos, no unas cuantas ruteras, ni la burla perdonan.
En el Gobierno del Estado pareciera que no tienen apuro en que se utilice la estructura del transporte semimasivo, ya que el propio Secretario dijo que apenas andaban en las jutas de aclaraciones, ya se había dicho hace meses que estaban por llegar 80 unidades de la primera etapa de inversión del Gobierno del Estado y nomás no se ve nada.
Ya se van a cumplir casi tres años del nuevo gobierno estatal y todavía el servicio BRT está incompleto, al igual que las rutas alimentadoras, el último pretexto fue que las armadoras siguen teniendo problemas con la baja productividad que hubo durante la pandemia y que el Estado estaba sujeto a la entrega de los autobuses.
CORRAL HUMILLADO EN RESTAURANTE
Dicen que en la política y el gobierno, quienes están en el poder se deben de andar con pies de plomo, porque el poder, afortunadamente, no es para siempre. Y ayer el exgobernador Javier Corral le tocó vivirla en carne en propia.
Un video muestra como el duartista Raymundo Romero se lo encontró en un restaurante en el Periférico de la Juventud en Chihuahua Capital, mientras el expanista se atragantaba un chorizo de bife.
Romero le reclamó que hace cuatro años el gobierno corralista lo metió a la cárcel en pleno 24 de diciembre, y que con una temperatura a cero grados, lo obligaron a desnudarse. Don Raymundo no era una perita en dulce en el gobierno de Duarte, él y su esposa, según la investigación, acumularon propiedades con un valor superior a los 4 millones de pesos, según el Registro Público de la Propiedad y Comercio en el 2013.
La grabación muestra a un Corral asustado, junto a varias personas, y a Romero gritándole una y otra vez. Antes no le dio un infarto. No va a ser la primera ni la última que tenga Corral así, pues los duartistas, con Maru, están más fuertes que nunca.