Un revés judicial impacta la esfera laboral argentina, ya que la Cámara de Apelaciones del Trabajo ha decidido este miércoles suspender los efectos en materia laboral del amplio decreto de necesidad y urgencia (DNU) impulsado por el presidente Javier Milei. Este DNU, que entró en vigencia la semana pasada y contempla la modificación o derogación de más de 300 normativas, se ha visto cuestionado tras la presentación de un amparo por parte de la Confederación General del Trabajo (CGT), la principal central obrera del país.
La resolución judicial anula la aplicabilidad del capítulo IV del mencionado DNU, el cual engloba diversas modificaciones laborales, incluyendo la extensión del período de prueba de los trabajadores de tres a ocho meses, reducciones en el cálculo de compensaciones por indemnizaciones, recortes en licencias por maternidad, paternidad y embarazo, así como limitaciones que impactan directamente en el ejercicio del derecho a huelga y otras medidas de fuerza.
El juez Alejandro Sudera, uno de los magistrados involucrados en la decisión judicial, expresó su inquietud acerca de la «necesidad» y la «urgencia» con la que se promulgó el decreto de Milei. En sus argumentos, Sudera cuestionó la justificación de la adopción de un conjunto tan amplio de medidas, alegando la falta de evidencia objetiva sobre la imperiosa necesidad de estas transformaciones. Además, hizo hincapié en la ausencia de razones de urgencia que justifiquen eludir la intervención del Poder Legislativo en lo concerniente a la legislación de fondo.
Esta decisión judicial marca un punto crítico en la aplicación de políticas laborales propuestas por el Gobierno de Milei, generando un debate encendido respecto a la justificación y la metodología utilizada para implementar cambios significativos en el ámbito laboral sin un proceso legislativo adecuado.