El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció planes para llevar a cabo una reforma en materia de pensiones, con el objetivo de contrarrestar los perjudiciales efectos que han recaído sobre los trabajadores debido a las modificaciones implementadas por administraciones previas, particularmente las del gobierno de Ernesto Zedillo. El mandatario mexicano expresó su preocupación por la situación de los trabajadores jubilados, subrayando la necesidad de evitar que al momento de retirarse, no reciban ni siquiera la mitad de su salario en actividad laboral.
Consciente de la inminente repercusión que enfrentarán los trabajadores en el próximo sexenio debido a estas reformas anteriores, López Obrador delineó la urgencia de actuar. Afirmó que, aunque se logró una reforma inicial para incentivar mayores aportaciones por parte de la iniciativa privada, esta medida se ha revelado insuficiente para resolver la problemática pensionaria.
El presidente detalló el proceso a seguir, mencionando la realización de un análisis exhaustivo para determinar las necesidades precisas y la forma en que el gobierno intervendrá para asegurar que esta reforma no se convierta en una carga repentina para la población. López Obrador destacó la importancia de un enfoque gradual, donde inicialmente el gobierno asumiría un papel crucial antes de involucrar al sector empresarial.
Asimismo, López Obrador aprovechó la oportunidad para recalcar la importancia de una política fiscal efectiva, resaltando el incremento significativo en la recaudación de fondos durante su mandato, atribuyéndolo a la eliminación de mecanismos que permitían la evasión fiscal por parte de ciertos sectores empresariales, como la consolidación fiscal.
En contraposición a los métodos aplicados en Argentina, el presidente mexicano subrayó la necesidad de eliminar privilegios y utilizar eficientemente el presupuesto, canalizándolo hacia programas de apoyo social. López Obrador enfatizó que estos apoyos no solo impulsan la economía, sino que también benefician a los estratos más bajos de la sociedad, a diferencia de la estrategia argentina de convertir deuda privada en pública, una medida cuestionable según el mandatario mexicano.
