Un estudio reciente publicado en la revista Nature Microbiology revela hallazgos intrigantes sobre la descomposición de cadáveres humanos y su relación con los microorganismos presentes en el proceso. Investigadores de Canadá, China y Estados Unidos han demostrado que la descomposición de los cadáveres sigue una secuencia predecible de interacciones microbianas, independientemente del clima o la ubicación.
Este descubrimiento, fruto del análisis detallado de 36 cadáveres humanos en diferentes condiciones climáticas y estacionales, sugiere que existe una red universal de microbios responsables de la descomposición, con implicaciones significativas para la ciencia forense.
Los cadáveres humanos comparten una selección de microbios específicos, raros en entornos no relacionados con la descomposición, lo que sugiere la existencia de una microbiota exclusiva de la descomposición terrestre de la carne.
A través de estudios genómicos y metabolómicos, los investigadores reconstruyeron la red de interacciones entre hongos, bacterias y otros organismos, revelando cómo comparten recursos para metabolizar los productos de la descomposición.
Además, se sugiere que los insectos pueden actuar como vectores, dispersando estos microbios de un cadáver a otro, lo que añade otra capa de complejidad a este proceso. Utilizando datos sobre la cronología microbiana de la descomposición, combinados con un modelo de aprendizaje automático, los autores del estudio lograron predecir el tiempo transcurrido desde la muerte, lo que podría tener aplicaciones futuras en la ciencia forense.
Estos hallazgos ofrecen una comprensión más profunda de los procesos biológicos detrás de la descomposición humana, lo que podría mejorar significativamente las técnicas forenses y la estimación del tiempo transcurrido desde la muerte en investigaciones criminales y de identificación de restos humanos.