El Banco de Japón (BOJ) puso fin al programa de estímulo monetario más agresivo de la historia moderna, eliminando la última tasa de interés negativa del mundo y manteniendo las condiciones financieras relajadas por ahora, un tono moderado que debilitó el yen después de la decisión ampliamente esperada.
El banco central estableció un nuevo rango de tasa de política de entre 0 y 0.1 por ciento, pasando de una tasa de interés a corto plazo de -0.1 por ciento, según un comunicado después de una reunión de la junta directiva de dos días que concluyó el martes. El banco también descartó el programa de control de la curva de rendimiento y se comprometió a seguir comprando bonos gubernamentales a largo plazo según sea necesario. También puso fin a sus compras de fondos cotizados en bolsa.
La indicación del banco de que las condiciones financieras seguirán siendo acomodaticias sugiere que este no es el comienzo de un ciclo de ajuste agresivo como el que se ha visto en Estados Unidos y Europa en los últimos años. Esa postura pareció decepcionar a algunos actores del mercado que buscaban una perspectiva de tasas más agresiva. La votación a favor del aumento de tipos fue 7-2.