Pos la política siempre sorprende a propios y extraños, y es que a nivel local dio un giro inesperado con la incursión de don Enrique Licón en el proyecto de Cruz Pérez Cuéllar, un movimiento que ha despertado la curiosidad y el desconcierto de muchos, dada su afiliación previa a círculos priistas estrechos, particularmente ligado a Adriana Fuentes.
La política, dice doña Chonita, como el ajedrez, a menudo implica movimientos estratégicos que pueden parecer contraintuitivos a primera vista. Resulta y resalta que en este caso, la adhesión de Licón a Pérez Cuéllar, que representa una facción distinta de la arena política, plantea interrogantes sobre los motivos subyacentes y las dinámicas en juego. ¿Qué impulsa a alguien con raíces profundas en el PRI a volcarse hacia un candidato como Pérez Cuéllar, vinculado a una esfera diferente?
La respuesta, han dicho algunos priistas en los últimos días, pues, puede yacer en las complejas interacciones de intereses políticos y personales que a menudo operan en el trasfondo de la escena política. Las lealtades pueden ser fluidas, y las alianzas pueden forjarse en función de una multiplicidad de factores, desde afinidades ideológicas hasta cálculos estratégicos a corto plazo. En este sentido, la decisión de Licón de respaldar a Pérez Cuéllar puede ser interpretada como un movimiento calculado destinado a maximizar su influencia y capital político en un nuevo contexto.
Por supuesto, el panorama político se complica aún más cuando consideramos la participación de Adriana Fuentes como suplente del candidato panista Mario Vázquez en una alianza aparentemente contraria a los intereses que Licón solía representar. Este entrelazamiento de figuras clave en diferentes bloques políticos añade una capa adicional de intriga a la narrativa, planteando la pregunta de cómo se manejan las lealtades y las coaliciones en un escenario tan fluido y fragmentado.
La política, sin embargo, es un juego de suma cero, donde cada movimiento estratégico tiene implicaciones no solo para los actores individuales, sino también para el equilibrio general de poder. La decisión de Licón, pues, de unirse a Pérez Cuéllar puede ser vista como un intento de reconfigurar el mapa político local, desafiando las convenciones establecidas y abriendo nuevas posibilidades para la competencia electoral.
Ya se había registrado otra sorpresa política, con Rodolfo El Güero Martínez, en el evento del registro de Pérez Cuallar ante la Asamblea Electoral.
Pos en otro tema, pues, los últimos días se han vuelto tensos en el bordo del Río Bravo, particularmente en la Puerta 36, donde ha habido gas pimienta y disparos de goma, para intentar tranquilizar a los migrantes.
La malla ciclónica ha sido derribada en varias ocasiones y la Guardia Nacional de Texas no se da abasto con los migrantes que se suman cada día a la intención de cruzar a como de lugar. Otra cosa que ha llamado la atención es la presencia de la Guardia Nacional en el lado mexicano, que ha intentado sin éxito, poner un poco de calma
Algo tiene que hacer el Gobierno de México, más allá de puro show porque las cosas se puede salir de control.
Por eso somos los rompenueces.