Redacción
Científicos de la Universidad de Ginebra han logrado que dos inteligencias artificiales (IA) se comuniquen entre sí de manera autónoma. Este logro podría tener implicaciones significativas en el desarrollo futuro de la IA.
Las dos redes neuronales, una avanzada y otra más simple, han demostrado la capacidad de transmitir y recibir instrucciones complejas, un dominio que anteriormente se creía exclusivo de los seres humanos.
La red más compleja no solo aprendió a ejecutar tareas sin entrenamiento previo, sino que también enseñó a la red más simple a realizar la misma tarea, todo a través de la comunicación lingüística.
El experimento involucró tareas que variaban en complejidad, desde señalar direcciones hasta elegir entre imágenes con diferencias sutiles, demostrando la sofisticación de la comunicación entre las IA.
Este avance abre nuevas posibilidades para la aplicación de IA en robótica, permitiendo una mayor autonomía y capacidad de adaptación en máquinas y sistemas automatizados.