Pos el escándalo de los diputados morenistas que han sido denunciados por violencia de género, tiene vueltos locos a muchos. Y es que el valiente acto de resistencia contra la violencia política de género de la presidenta del Poder Legislativo, Adriana Terrazas, quien ha decidido alzar la voz y presentar una denuncia documentada, revela las agresiones físicas y verbales sufridas tanto por ella como por su equipo.
Es lamentable que en pleno siglo XXI, pues, aún tengamos que presenciar casos de violencia política contra las mujeres en el ámbito legislativo. Ayer Adriana dio a conocer más sobre los incidentes en los que ella y su equipo fueron agredidos físicamente durante un acto político en Parral. Es hora de que los perpetradores de estos actos sean llevados ante la justicia y se les haga responsables por sus acciones.
Además, la acusación directa hacia la diputada América García de un intento de agresión física es un recordatorio de la gravedad de la situación. Nadie, sea cual sea su posición política, debe sentirse impune para cometer actos de violencia contra sus colegas.
Resulta y resalta que es importante destacar que el intento de desacreditar a Terrazas al acusarla de triangular el caso con las presidencias de órganos gubernamentales es otro ejemplo de violencia política. Nadie debería ser juzgado por su capacidad de defensa basada en su género o su posición política.
Terrazas ha dejado claro que no habrá marcha atrás en su lucha contra la violencia política de género. Es hora de que todos nos unamos para apoyarla en esta causa y exigir un cambio real en el tratamiento de las mujeres en la política. La justicia y la igualdad deben prevalecer, y es responsabilidad de todos hacer que eso suceda.
Y es que la marcha realizada por los diputados de Morena en respuesta a la denuncia de Terrazas demuestra una clara falta de comprensión sobre la gravedad del problema. Defenderse en los tribunales es el camino adecuado, no tratar de deslegitimar públicamente las denuncias de violencia.
Ansina que el circo político montado por militantes de Morena, liderados por Brighite Granados, ha dejado perplejos a muchos y ha dejado en claro que el partido está perdiendo el rumbo. ¿Manifestaciones frente a la Torre Legislativa? ¿Protestas en el Palacio de Gobierno? ¿Y quién podría olvidar los dramáticos momentos frente al Tribunal Estatal Electoral? ¡Qué espectáculo tan entretenido para un día de semana común y corriente!
La diputada Adriana Terrazas, tan valiente como para denunciar a su propia bancada por violencia política de género, ha mantenido a los ciudadanos al borde de sus asientos con esta telenovela política. Pero, ¿realmente alguien sabe qué demonios tienen que ver los panistas en todo esto? ¡Vaya, quizás necesitemos a un detective de renombre para descifrar este misterio!
Por supuesto, la mayoría de los ciudadanos, cansados de los dramas políticos, han optado por unirse al coro de la indiferencia. ¿Quién tiene tiempo para entender las intrincadas y enredadas disputas internas de los partidos políticos?
Así que mientras el TEE resuelve el misterio de la denuncia de Terrazas, los políticos están en vilo. ¡Es como un episodio de CSI pero con trajes de negocios y menos ciencia forense! ¿Quién será el siguiente en la lista? ¿Qué drama nos deparará el próximo episodio de “La Gran Desorientación Política de Morena”? Solo el tiempo lo dirá, pero mientras tanto, ¡prepárense para más emoción, más intriga y más sarcasmo político!
Por eso somos los rompenueces.
