Redacción
La preferencia por ser zurdo o diestro puede depender del hemisferio cerebral dominante, aunque nuevas investigaciones sugieren que variantes poco comunes de un gen que influye en la formación celular también podrían desempeñar un papel en esta preferencia.
Un estudio reciente, publicado en Nature Communications, se enfocó en analizar varias variantes genéticas poco comunes, que afectan a menos del 1 % de la población, para determinar si podrían influir en la elección de usar la mano izquierda.
Aproximadamente el 10 % de las personas son zurdas, lo que ocurre cuando el hemisferio cerebral derecho es más dominante para el control de esa mano, mientras que es el hemisferio izquierdo en el caso de las personas diestras.
Las diferencias cerebrales que llevan a la dominancia de una mano se desarrollan temprano en la vida, lo que sugiere una posible influencia genética. Estudios previos han identificado varias variantes genéticas comunes asociadas con la zurdera.
En este estudio, un equipo de investigadores holandeses examinó variantes genéticas poco comunes que podrían estar asociadas, analizando datos genómicos de 38.043 zurdos y 313.271 diestros del biobanco del Reino Unido.
Los resultados sugieren que el gen TUBB4B tiene 2,7 veces más probabilidades de contener variantes poco comunes de codificación en personas zurdas.
Sin embargo, a nivel poblacional, la heredabilidad de la zurdera debido a variantes poco comunes de codificación resultó ser baja, ligeramente inferior al 1 %, según indica la revista.
El gen TUBB4B está involucrado en la codificación de microtúbulos, que son componentes del citoesqueleto, la estructura que da forma a las células.