Pos los prianistas de Juárez andan bastante preocupados porque no saben ni cómo hacerle para subir en popularidad, y saben que les quedará poco tiempo para remontar una posible desventaja de casi 50 puntos.
Y es que no han cambiado mucho las cosas desde que Massive Caller revelara los resultados el pasado 13 de marzo, que le otorgó a Cruz Pérez Cuéllar el 63.3 por ciento de las preferencias del voto de los fronterizos, mientras que el abanderado del prianismo, Rogelio Loya, sumó el 16.7 por ciento.
Una buena fuente chismosa de color azul, nos indicó que se quedarán cortos con los recursos, porque pocos empresarios se han atrevido a comprometerse con apoyo financiero, debido a que consideran que de plano van a tirar su dinero a la basura, y pues tienen razón.
Algunos viejos panistas han dicho que no se han posicionado, pero no es culpa de Loya, quien es de lo mejor que hay en el PAN, aunque sin propuestas serias, sino porque en los últimos años se la han pasado tirados en la milonga política.
No se han modificado las tendencias en el estado, así como en Juárez la tiene asegurada Morena, en Chihuahua, Delicias y Cuauhtémoc, la tienen fácil la coalición liderada por el PAN. La sorpresa es Parral, donde parece que Morena arrasará.
Cambiando de tema, pues, hay que recalcar que como se han visto mal los empresarios relacionados con el prianismo, que tras la espantosa derrota de su candidata, no se han atrevido a aceptar que Claudia Sheinbaum fue la ganadora, y ahora dicen que “todos los candidatos” se vieron muy mal ante la falta de propuestas.
Pobre del empresario Claudio X. González, quien tiene que aguantar eso de abanderar una causa perdida, pero así como ha sabido evadir impuestos en las administraciones federales pasadas, debería aceptar que ya no hay nada que hacer para que su candidata logre alcanzar a Sheinbaum.
Tiene razón la Jefa de Gobierno con licencia de la Ciudad de México con lo que ha dicho acerca de González:
«Imagino la frustración de Claudio X. González. Debe ser difícil abanderar una causa perdida, ya no tener el derecho de picaporte o el terrible sufrimiento por tener que pagar impuestos. Debe causarle dolor de estómago ver el buen desempeño de la economía mexicana. Estoy bien y de buenas, sus ofensas me indican que vamos por buen camino. México está, por decisión del pueblo y para fortuna de la mayoría, cimentando una nueva historia donde la democracia es el poder del pueblo para el pueblo y por el pueblo».
