Pos el contundente triunfo de Claudia Sheinbaum en las recientes elecciones, con 35.8 millones de votos, no solo la convierte en la virtual presidenta electa de México, sino que también es un claro reconocimiento a la gestión de Andrés Manuel López Obrador y al proyecto de la Cuarta Transformación (4T). Los votantes han hablado, y su mensaje es inequívoco: el país está en el rumbo correcto, y quieren que este camino continúe.
Y es que Sheinbaum, en su mensaje de agradecimiento, subrayó que estos votos son una muestra de la confianza del pueblo mexicano en la continuidad de las políticas que han beneficiado a los más vulnerables y han apoyado a los trabajadores.
Este respaldo masivo refleja el sentir de millones que han visto mejoras en sus vidas gracias a los programas sociales y a las iniciativas de desarrollo implementadas por el gobierno actual.
Resulta y resalta que la administración de López Obrador ha priorizado a los sectores más desfavorecidos, ofreciendo apoyos directos que han aliviado la pobreza y promovido la inclusión social. Desde becas para estudiantes hasta pensiones para adultos mayores, las políticas de la 4T han sido una bocanada de aire fresco para aquellos que durante años se sintieron olvidados por el sistema. Los resultados en las urnas validan estos esfuerzos y reafirman la convicción de que el cambio está en marcha.
Sheinbaum ha dejado claro que su gobierno seguirá por este sendero, fortaleciendo el diálogo, las libertades y la cercanía con el pueblo. En sus propias palabras, la próxima etapa será construir una «prosperidad compartida», asegurando que los beneficios del desarrollo lleguen a todos los rincones del país. Su promesa de no fallar a quienes confiaron en ella resuena con la esperanza y el optimismo que caracterizan a su movimiento.
Por otro lado, la oposición, encabezada por Xóchitl Gálvez, con 16.4 millones de votos, no logró convencer al electorado. Gálvez y su coalición del PRI, PAN y PRD basaron gran parte de su campaña en descalificaciones y en levantar falsos sobre la actual administración. Sin embargo, estos intentos de desacreditación no surtieron el efecto esperado. Los ciudadanos, que han sido testigos directos de los cambios positivos, optaron por no creer en las acusaciones y decidieron respaldar a Sheinbaum y la 4T.
Pos el claro rechazo a las tácticas de la oposición y la preferencia por un proyecto que ha demostrado su compromiso con el bienestar de la mayoría es un mensaje poderoso. La gente ha manifestado su deseo de continuidad y de profundización de las reformas iniciadas por López Obrador.
En este contexto, el triunfo de Sheinbaum no es solo una victoria personal, sino también una reafirmación del apoyo a un proyecto de nación que busca la justicia social, la equidad y el progreso para todos. La amplia votación que obtuvo es un reflejo de la aprobación de la ciudadanía hacia un gobierno que ha sabido responder a las necesidades de los más vulnerables y que ha trabajado incansablemente por mejorar las condiciones de vida de los trabajadores.
El mensaje es claro: México quiere seguir avanzando con la Cuarta Transformación. Y con Claudia Sheinbaum al frente, la confianza en que este sueño se hará realidad se renueva y se fortalece. Los próximos años serán cruciales para consolidar los logros alcanzados y para continuar construyendo un país más justo y próspero para todos.
Nos vemos el lunes.
Por eso somos los rompenueces.