Pos la reciente declaración de Coparmex sobre la mayoría alcanzada por Claudia Sheinbaum refleja una postura que perpetúa el favoritismo hacia la derecha mexicana y minimiza la voluntad popular.
La organización, pues, afirma que la mayoría no debe ser interpretada como un “cheque en blanco”, sugiriendo que Sheinbaum podría “avasallar” a las minorías. Sin embargo, esto ignora el mandato claro que los votantes le han otorgado para implementar cambios profundos y necesarios, no simplemente cosméticos.
La preocupación de Coparmex sobre la reforma judicial y la rapidez con la que se pretende discutirla, es un argumento recurrente que tiende a proteger intereses particulares en lugar de considerar el bienestar general. Eso lo sabemos todos
En un país donde la corrupción y la falta de justicia son problemas endémicos, una reforma judicial es imprescindible, pues. El pueblo mexicano exige un sistema judicial más transparente, eficiente y justo, y Sheinbaum ha sido elegida con la expectativa de que lidere estos cambios estructurales.
Y es que es crucial recordar que en 2021 ya se llevó a cabo una reforma judicial, pero su implementación ha sido insuficiente. La propuesta de Sheinbaum busca materializar esos cambios y hacer frente a las deficiencias actuales.
La afirmación de Coparmex de que esta reforma podría “minar la confianza para invertir en México” se basa en suposiciones infundadas y refleja una resistencia al cambio que prioriza la estabilidad del statu quo por encima del progreso social.
Resulta y resalta que el argumento de que ningún país de la OCDE elige jueces popularmente no debe ser un obstáculo para explorar mecanismos que garanticen la independencia judicial y la justicia equitativa. La democracia mexicana, con sus 30 años de avances, está en una posición de fortaleza para liderar reformas que realmente beneficien a la sociedad.
Pos en lugar de presionar a Sheinbaum y sembrar dudas sobre sus iniciativas, Coparmex debería fomentar un diálogo constructivo y apoyar los esfuerzos por consolidar un poder judicial robusto y autónomo. La presidenta electa tiene una oportunidad histórica para recomponer la cohesión social y llevar a cabo las reformas que la mayoría de los mexicanos han respaldado con su voto.
Es momento de avanzar hacia un México más justo y equitativo, donde el poder judicial actúe verdaderamente como un baluarte de la democracia y no como un terreno de privilegios. La Coparmex debe dejar de hacer suposiciones y trabajar en conjunto para el bienestar de todos los mexicanos.
Por eso somos los rompenueces.