Donald Trump, quien reapareció en público luego del intento de asesinarlo, anunció en este primer día de la Convención Nacional Republicana que elige al senador federal por Ohio, James David Vance, como compañero de fórmula y, en caso de ganar la elecciones en noviembre, será el vicepresidente.
En esta ciudad ubicada en Wisconsin, uno de los estados industrializados en el medio del país que es estratégico para determinar la elección presidencial, Vance apareció ante los miles de delegados que gritaron su entusiasmo ayer en el Centro Fiserv, la arena donde se realiza la convención, después de que se completó el proceso por cual, una por una, las delegaciones de los 50 estados se proclamaron a favor de nombrar formalmente a Trump candidato presidencial, quien aceptará el abanderamiento el jueves al culminar los cuatro días de este espectáculo.
No obstante, el magnate y ex mandatario repudia no ser el centro de atención, por lo que al final de la noche sorprendió a sus fanáticos al aparecer en la arena caminado levantando su puño al aire al ritmo de la canción Dios bendiga a Estados Unidos. Con su oreja derecha vendada, posó al lado de Vance.
El mensaje de ayer desde la convención, sólo tres días después del intento fallido de asesinato en Pensilvania, fue festivo. Celebrate the good times, come on, fue la canción semiclásica que sonó en el auditorio. Casi todos los oradores en el cónclave hicieron referencia a “como Dios salvó la vida de su candidato”, y el heroísmo de Trump ante el intento de acabar con su vida. “El diablo vino a Pensilvania con un rifle, pero el león americano lo enfrentó”, declaro la senadora Katie Britt, de Alabama.
Trump también gozó, sin la intervención divina, de otra buena noticia: en Florida, una juez federal desechó los cargos criminales federales de que el mandatario había manejado de manera inapropiada documentos clasificados.
Entre los casos criminales que enfrenta, éste era el que tenía mayor probabilidad de resultar en una condena; sin embargo, la impartidora de justicia, quien fue nombrada al puesto por él cuando habitaba la Casa Blanca, declaró que el gobierno de Joe Biden erró la manera en la que nombró al fiscal especial y, por lo tanto, “los cargos que formuló son inválidos”.