La lucha comercial que Estados Unidos ha emprendido contra el desarrollo del comercio exterior de China afecta no sólo el beneficio chino, sino que también a la economía mundial, incluida la estadounidense, destacó Cai Wei, director general del Departamento de América Latina y el Caribe del Ministerio de Relaciones Exteriores de China.
A consulta sobre cuáles son los riesgos de las presiones que Estados Unidos ha impuesto sobre México para que este último aplique mayores barreras comerciales al comercio con China –que ya se ha materializado en un incremento de aranceles a importaciones de acero y otras industrias provenientes de Asia–, Cai rehusó hacer un comentario puntual.
No obstante, enfatizó que la nueva ofensiva de control comercial estadounidense tiene efectos negativos para las economías directamente involucradas y también para terceros países. “Los Estados Unidos están luchando contra el desarrollo del comercio internacional de China. Eso no sólo afecta el beneficio chino, sino que también afecta la economía mundial e incluso a la estadunidense”, dijo.
“Esta represión tecnológica es en realidad lo opuesto a la tendencia actual de desarrollo económico general, pero no es el final del juego”, sostuvo Cai durante la entrega de premios a creadores latinoamericanos de contenido audiovisual.
Al margen de cualquier injerencia de Estados Unidos, China ve en sus vínculos con otros países la posibilidad de beneficio mutuo, destacó el director general del Departamento de América Latina y el Caribe del Ministerio de Relaciones Exteriores chino. “Podemos profundizar e implementar mejor la iniciativa de la Franja y la Ruta que lleve a la economía mundial a subir una escalera de desarrollo”.
Cai abundó que parte de la cooperación entre países en desarrollo puede verse a través del bloque BRICS (en un inicio Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica ) que en 2020 equivalía a 31 por ciento del producto interno bruto (PIB) mundial. Con la adhesión de Egipto, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Etiopía, en 2023 el grupo representó el 35 por ciento del PIB global, por encima del G7.
En ese punto, el objetivo de la cooperación entre países en desarrollo es promover un crecimiento de alta calidad, el modificar la estructura de exportaciones, al pasar de manufactura a oportunidades de alta tecnología. La meta es una “globalización económica internacional inclusiva”, acotó.