Ya es tiempo de que se corrija la historia de un Estado corrupto producto de simulaciones y paráfrasis entre verdades y mentiras inconclusas, donde la justicia defiende a sus verdugos y sus hijos lloran abandonados de hambre y sed de justicia.
Por: Jack Ro
Ciudad Juárez.- En el mosaico de los pasillos de la historia de México, hacer democracia en el laberinto de su inimaginable contraste político, es abrir puertas y ventas en un mundo caótico empantanado en el caos.
En los últimos ciento cinco años constitutivos de su contexto revolucionario, hemos construido y reformado las leyes de nuestras Constitución, al antojo y capricho de aquellos que se benefician de ello, que no han resuelto significativamente ninguna garantía individual que mejoren entre los ciudadanos su progreso económico, ni su desarrollo en la infraestructura comercial, ni el la calidad de vida, en por lo menos el sesenta por ciento de se sus habitantes, hasta nuestro presente.
La reforma electoral es un tema que va para largo, va ser una profunda, tensa y tediosa lucha de intercambios de discutidos discursos polémicos, de pensamientos democráticos y antidemocráticos, sobre el Estado de Derecho en la defensa de las instituciones por conservarlas y en la lucha de los cambios de las propuestas, que se enfrentarán en el parlamento de las cámaras de diputados y senadores en la información mediática y en el diálogo en los ciudadanos, por sacar la mejor tajada de una guerra ideológica cognoscitiva, que irá debilitando al público, y el que prevalezca con más parque ganará.
Una Constitución reformada superficialmente entre leyes y reformas que deforman la ley, es un camino infructuoso. pues volveríamos al mismo lugar sin retorno, es como la tesis de la antítesis que llega a la síntesis y encuentra la dialéctica que inicia un nuevo comienzo que transforma la realidad pensante en el sin fin del derecho.
AMLO manifestó públicamente en las mañaneras, que pretende acabar con los plurinominales para que tantos diputados por que no nada más se queden los de mayoría se quitan 200 plurinominales, pero esto no solo en la cámara de diputados, también en la de senadores vámonos a reformar que la ley, la constitución, para que allá democracia plena, también sino quieren los legisladores, como decía juárez, nada por la fuerza todo por la razón y el derecho.
Tenemos conocimiento fundado de que los candidatos no invierten todo el presupuesto en su campaña. Y otro error notable es que trabajan empíricamente, según sea la circunstancia, carecen de un proyecto político. Dónde desarrollé su diálogo. Solo proyectan su imagen sin ideas. No conviven ni están trabajando con el pueblo siendo socialistas.
Tampoco se les condiciona su candidatura, por una convocatoria de selección de candidatos, que fueran elegidos por la base de sus militancias, presentando su proyecto político, y este sea valorado y votado democráticamente, y no por los dirigentes que los ponen de dedazo (como pasa en los partidos conservadores). Actuar así perjudica la imagen del partido.
Incluyendo chapulines de otros partidos sin darle preferencia a los afiliados. Hay mucha corrupción en esto como en los antecedentes registrados en el caso de Alfredo Adame lo sacó a flote. y el de Lily Tellez , que son dos referencias inauditas en la historia corrupta de la democracia mexicana más reciente que debemos impedir para que no vuelva a suceder. Lo que busca la izquierda mexicana en esta reforma, es comenzar, y reconstruir un proyecto de carácter científico de nación, basado en una estructuración de la administración política y sociológica, que determina la capitalización de los estratos, grupos e individuos de la lucha de clases y de la división de sus necesidades aborígenes de su idiosincrasia social, económica y cultural que la determine, y le de una dirección y desarrollo hacia el progreso de la industrialización y la producción autosuficiente de la transformación de sus recursos y de la producción alimenticia del pueblo mexicano mediante el impulso democrático involucrando al pueblo en la naturaleza de su gobierno y activamente se haga presente en sus decisiones participando democráticamente en sus procesos políticos.
La democracia y la antidemocracia son diálogos de la política, la información y la desinformación son producto de la comunicación que revela la verdad (es decir: el espíritu del derecho sustentado por el alma de la filosofía y la sabiduría ética de la razón del conocimiento) que son consecuencias de la cultura y la tecnología en todos los pueblos globalizados de la tierra, herramientas dialógicas que analiza y estudia las configuraciones pensantes entre los ciudadanos a través del uso del lenguaje político, que plantean métodos de enseñanza que simplifican la administración del orden de la voluntad colectiva, donde se manifiesta para luchar entre otros la jerarquización de una idea, que gobierna las alternativas de aquellos que mediante sus discrepancias darán la forma que transformara la realidad que se pretenden elegir como medida rectora de la conducta colectiva. Todos los parlamentos de la historia, divagan en la libertad del derecho, de sentirse poseedores de la justicia y de dignificar el magisterio de las normas que plantean el orden de la razón. En general los ciudadanos ya están cansados de tantas leyes.
La idea del debate, es crear un diálogo a través de la información, comunicar críticas y análisis políticos en todas direcciones, y confundir confrontando a los adversarios (conservadores contra izquierdista). Así los argumentos de ambos grupos se desgastarán y se quedarán sin argumentos, y los más débiles se autodesprestigian a sí mismos, por la experiencia de los más experimentados, lo más seguro es que los van a dejar atacar y después los contraatacan diluyendo sus infundados contenidos.
Ya es tiempo de que se corrija la historia de un Estado corrupto producto de simulaciones y paráfrasis entre verdades y mentiras inconclusas, donde la justicia defiende a sus verdugos y sus hijos lloran abandonados de hambre y sed de justicia.