La minuta de la reforma judicial pasó la primera aduana en el Senado de la República, donde anoche se aprobó en comisiones en lo general y lo particular, y se turnó a la mesa directiva de esa Cámara para presentarse mañana ante el pleno, en primera lectura.
Fue una discusión de más de ocho horas en la que Morena y sus aliados impusieron su mayoría para aprobar, sin cambios, la minuta que les remitió la Cámara de Diputados, luego de una confrontación de posturas entre los guindas y los opositores, sobre todo por la elección por medio del voto popular de jueces, magistrados y ministros.
El debate en lo general se prolongó casi siete horas y concluyó con 25 votos a favor del dictamen y 12 en contra, estos últimos de PAN, PRI y MC, los cuales sostuvieron que la reforma va encaminada a someter a la Suprema Corte y a todo el Poder Judicial, mientras los morenistas respondieron que los opositores defienden los privilegios y corruptelas de una casta dorada, que es su aliada.
Los integrantes de las comisiones de Puntos Constitucionales y de Estudios Legislativos, que presiden Ernestina Godoy y Citlalli Hernández, sesionaron en el edificio sede de Reforma e Insurgentes, mientras afuera estaban los manifestantes que desde el pasado jueves se encuentran en plantón.
Al presentar el dictamen, Hernández resaltó que se modifican diversos artículos de la Constitución que son de profunda trascendencia para democratizar el Poder Judicial, sobre todo con la elección de los juzgadores.
Se trata de una reingeniería estructural que rompe las lógicas que han prohijado la construcción de un sistema de cotos de poder y vicios corruptores dentro del Poder Judicial que durante décadas lo han carcomido.
Asimismo, expuso que la reforma permite sustituir al Consejo de la Judicatura Federal por un tribunal de disciplina judicial, el cual revisará a profundidad la actuación y proceder de los juzgadores, sobre todo si el sentido de sus resoluciones afecta los derechos de los ciudadanos.