La maestra Ifigenia Martínez y Hernández fue una mujer excepcional, la primera mujer en muchas cosas, definió ayer la presidenta Claudia Sheinbaum, quien acudió a las exequias de la diputada federal, que apenas el martes pasado le entregó la banda presidencial.
El servicio se realizó este domingo en privado, a petición expresa de la familia, y el homenaje luctuoso de carácter público será este lunes en la Cámara de Diputados.
Rodrigo y Antonio Rojas Navarrete, nietos de Doña Ifi –como se referían a ella con aprecio y cariño amigos y colegas– salieron al paso de las versiones respecto de que su abuela había sido dada de alta la víspera de la toma de protesta de Sheinbaum, para acudir a la sesión de Congreso General.
Explicaron que estuvo hospitalizada unos días a partir del 14 de septiembre, pero acudió a la sesión con autorización de su médico. La misión del primero de octubre fue su mejor medicina, agregó Antonio Rojas.
Después de su gira por Hidalgo, la presidenta Claudia Sheinbaum acudió a presentar sus respetos a la familia, ante esta pérdida lamentable de nuestra compañera Ifigenia. En breves declaraciones elogió a la luchadora social y pieza fundamental de la izquierda en México: tuvo una vida donde fue la primera mujer en muchas cosas. Fue la primera directora de la Facultad de Economía. Apoyó siempre al movimiento estudiantil. Después destaca su participación en la política, fue parte de la corriente democrática que sale con el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, y que marca un rumbo en la historia, que es antecedente de la transformación.
Como ha dicho en distintas ocasiones, recordó que votó por Ifigenia Martínez el 2 de junio y que aún con su edad, expuso, tenía mucha ilusión de entregarle la banda presidencial. Es un recuerdo muy hermoso. Hasta siempre, Ifigenia, expresó.
Por la mañana, afuera de la funeraria, los nietos de la diputada federal de Morena resaltaron que, a pesar de su padecimiento, la responsabilidad de entregar la banda presidencial a Claudia Sheinbaum fue su mayor motivación para salir de un problema de salud complicado y condujo la transmisión de poderes con completa dignidad, alegría y entusiasmo.
Antonio Rojas declaró que para poder asistir a la sesión, su abuela no sólo contó con el visto bueno de su médico personal, sino también con las ganas de asistir. Conjugando esos dos factores fue que la pudimos ver con mucha alegría y entusiasmo en la sesión histórica del primero de octubre, agregó.
Detallaron que el deceso ocurrió a las 21:59 horas del sábado, en su casa y rodeada de su familia, y aclararon también que Ifigenia Martínez tenía 99 años y no 94. Ella nació en 1925, el 16 de junio. Lo único que le faltó a la genial Ifigenia fue llegar al centenario. Todo lo demás lo cumplió. Hoy está ya en la tribuna celestial, intercambiando opiniones con su gran amigo Porfirio (Muñoz Ledo) y con Heberto Castillo, completó Antonio Rojas.
El coordinador de Morena, Ricardo Monreal, declaró que si bien no es el momento para tomar la decisión, la Junta de Coordinación Política debe tejer un acuerdo para definir quién sustituirá a Ifigenia Martínez en la presidencia de la Cámara, cargo que será ratificado en el pleno.
A las honras fúnebres llegaron, entre otros, la presidenta de la Corte, Norma Piña; el vicepresidente de la Cámara, Sergio Gutiérrez Luna; los directores de las facultades de Economía y de Ingeniería, Laura Rodríguez y José Antonio Hernández Espriú, respectivamente; la ex secretaria de Medio Ambiente Julia Carabias Lillo, y Lázaro Cárdenas Batel, jefe de la Oficina de la Presidencia