Al menos 87 víctimas, entre muertos y desaparecidos, dejaron ayer bombardeos israelíes en el norte de la franja de Gaza, una de las cifras más altas en meses, al tiempo que tropas israelíes atacaron otra posición de los cascos azules, y en las primeras horas de hoy las fuerzas de Israel lanzaron una nueva ofensiva contra decenas de presuntas posiciones de Hezbollah en Beirut y el sur de Líbano.
Además, 40 personas resultaron heridas en Beit Lahiya, reportaron las autoridades de la franja de Gaza que agregaron: las “víctimas siguen bajo los escombros y los equipos de ambulancias y emergencias civiles no pueden llegar hasta ellas”.
Mounir Bursh, director general del ministerio de Salud, expuso en la red social X que la avalancha de heridos por los ataques agravó “una situación ya de por sí catastrófica en el sistema de salud” de la zona.
La ofensiva arrasó un edificio de varios pisos y al menos cuatro casas vecinas, según el médico Raheem Kheder.
El ejército israelí aclaró que usó municiones precisas contra un objetivo de Hamas y negó la cifra de muertes dada por el gobierno gazatí.
La conectividad a Internet se interrumpió en el norte del enclave palestino antier por la noche y continuó con problemas hasta al mediodía de ayer, lo que dificultó el acceso a la información sobre los embates.
Más de 350 personas están atrapadas en tres hospitales del norte de Gaza, denunció ayer Médicos sin Fronteras, y advirtió que entre los atrapados en los hospitales Indonesio, Al Awda y Kamal Adwan hay “embarazadas y pacientes que acaban de someterse a operaciones quirúrgicas”.