Pos la oposición en México, desprovista de propuestas serias y con una evidente carencia de ideas frescas, ha recurrido una vez más a la manipulación de información para sembrar temor y confusión entre los ciudadanos. El blanco de su última campaña de desinformación ha sido la reforma a la Ley del Infonavit, una iniciativa que, lejos de amenazar los derechos de los trabajadores, fortalece su acceso a vivienda digna y segura.
El PAN y el PRI, en un desesperado intento por recuperar relevancia política, han distorsionado los alcances de esta reforma, afirmando que los cambios permitirán al gobierno apoderarse de los recursos de los trabajadores. Nada más lejos de la verdad. Como lo han aclarado los presidentes e integrantes de las comisiones del Senado que dictaminaron estas modificaciones, la reforma está diseñada para garantizar que el dinero del Infonavit siga siendo exclusivamente de los trabajadores.
Y es que el senador Luis Armando Melgar, del PVEM y presidente de la Comisión de Reordenamiento Urbano y Vivienda, ha subrayado que es absolutamente falso que el gobierno pueda disponer de los fondos de los trabajadores. De hecho, la reforma constitucional y su legislación reglamentaria establecen de manera inequívoca que estos recursos seguirán destinándose a la construcción de vivienda social para los derechohabientes, quienes suman más de 22 millones en todo el país.
¿Por qué, entonces, la oposición insiste en difundir mentiras? La respuesta es sencilla: carecen de un proyecto claro para el país y han optado por politizar cualquier tema que puedan manipular para sacar ventaja. Esta estrategia, sin embargo, no hace más que evidenciar su desconexión con las verdaderas necesidades de la ciudadanía.
El senador Oscar Cantón Zetina, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, ha señalado que PRI y PAN están utilizando esta reforma con fines meramente políticos. La iniciativa, que aterriza la propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum de garantizar el derecho a la vivienda, no busca más que mejorar la calidad de vida de los trabajadores. Por su parte, Enrique Inzunza, presidente de la Comisión de Estudios Legislativos, ha resaltado que la legislación fortalece el acceso a créditos para compra, construcción, ampliación y mejora de vivienda. Además, introduce innovaciones como arrendamientos sociales y la creación de una empresa filial del Infonavit, que facilitará la construcción de viviendas para alquiler, las cuales podrán ser adquiridas posteriormente por los trabajadores.
En palabras de la presidenta Claudia Sheinbaum, la reforma no pone en riesgo los ahorros de los trabajadores, sino que busca protegerlos y ofrecerles mayores beneficios. Además, el Infonavit ha presentado acciones concretas para reducir las deudas hipotecarias de las familias y asegurar que más mexicanos puedan obtener las escrituras de sus hogares.
La prisa en la aprobación de esta reforma tiene una razón clara: el plazo para crear la empresa filial del Infonavit vence el 31 de este mes. Ante la negativa de la Cámara de Diputados de abrir un periodo extraordinario, el Senado tuvo que actuar rápidamente para cumplir con este compromiso. No obstante, los senadores Luis Armando Melgar y Gonzalo Yáñez han coincidido en la importancia de realizar un parlamento abierto para escuchar a todos los sectores involucrados: trabajadores, empresarios y gobierno. Este ejercicio será fundamental para disipar cualquier duda y acabar con las especulaciones malintencionadas promovidas por la oposición.
Resulta lamentable que, en lugar de contribuir al debate con propuestas constructivas, PRI y PAN se limiten a sembrar miedo y confusión. Su estrategia de desinformación no sólo daña a los trabajadores, sino que también retrasa avances que podrían beneficiar a millones de familias mexicanas. Este tipo de oposición, que se niega a reconocer los beneficios de las reformas y prefiere aferrarse a narrativas falsas, representa un obstáculo para el desarrollo del país.
En contraste, la Cuarta Transformación ha demostrado un compromiso real con los derechos de los trabajadores y el fortalecimiento de sus instituciones. La reforma al Infonavit es un ejemplo más de cómo se pueden lograr cambios positivos cuando se pone en el centro a quienes más lo necesitan. Es momento de que la oposición abandone las mentiras y comience a actuar con responsabilidad y honestidad, si realmente desea ser parte del progreso de México.
Por eso somos los rompenueces.