Al encabezar la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado, el presidente Gabriel Boric sostuvo que hoy cuando las democracias en el mundo enfrentan nuevas amenazas autoritarias, es más necesario que nunca renovar el compromiso con la democracia. A 50 años podemos decir, con más convicción que nunca, que a pesar de los problemas de las democracias, “nunca jamás se puede invocar la violencia”.
Ante la presencia de mandatarios latinoamericanos, como Andrés Manuel López Obrador, Gustavo Petro de Colombia, Luis Alberto Arce de Bolivia, Luis Lacalle de Uruguay, entre otros, Boric afirmó que no pude haber futuro si no hay justicia”. Recordó a Salvador Allende y su destino parafraseando a Mario Benedetti:
“Fue un hombre de paz. Para vencer al hombre de paz, tuvieron que concentrar todos los odios, además de los tanques y los aviones para matarlo. Tuvieron que desatar la guerra turbia para matar al hombre que era un pueblo, tuvieron que quedarse sin el pueblo”.
En la Plaza de la Constituciones, contiguo al Palacio de la Moneda, también habló la hija del ex presidente fallecido hace 50 años, Isabel Allende, quien pasó de la descripción de los últimos momentos de la vida de su padre, al recuerdo del ataque por aire y tierra, la reivindicación de la dignidad del mandatario en esos últimos momentos, a la condena de los cruentos hechos que siguieron al golpe militar.
Censuró el revisionismo de la historia de algunos sectores conservadores: «Este cruento golpe militar ha intentado ser justificado por sectores que cerraron los ojos a las violaciones de derechos humanos. El revisionismo de la historia, para hacer ver cómo un error la responsabilidad de los años más oscuros de nuestra historia, insólitamente tergiversar la responsabilidad y culpar a la Unidad Popular y a Salvador Allende cuando bombardearon este Palacio» y comenzaron a asesinar, torturar y desaparecer.
A pesar de la presencia de varios mandatarios, la senadora chilena tuvo un momento para agradecer a López Obrador. Una vez más, la solidaridad de México con Chile, «quiero agradecer a México, en la persona del presidente Andrés Manuel López, ya que entonces su pueblo, su gobierno, el embajador Gonzalo Martínez Corbalá. Fue nuestro lugar, nuestro país y nos ayudó a pasar nuestro duelo».
Poco antes, en un breve pronunciamiento a su llegada al desayuno previo que ofreció Boric a los invitados especiales, López Obrador definió a Allende como un apóstol de la democracia». Más tarde, al salir del evento rumbo al aeropuerto, algunas mujeres peruanas le agradecieron al mexicano la defensa de la democracia en Perú.