Delicias. – “Antonio Pedro (José Antonio Hurtado Borjón) no era Pedro Infante (José Pedro Infante Cruz); era un impostor. Conozco la historia del auténtico de primera mano y éste era un impostor”, afirma el cronista de la ciudad de Delicias, el también escritor y periodista Carlos Gallegos Pérez, resaltando que al sinaloense le decían el Pelón y el de aquí tenía pelo, por lo que existen muchas discrepancias.
“Su parecido con Pedro era extraordinario, también su voz, y como imitaba sus gestos, sus modos, pues impactaba. Inclusive tenía una cicatriz en la frente igual que la de Pedro. Creo que se la hicieron sus promotores para darle más veracidad a su versión de que era él”, agregó.
Menciona el entrevistado que si conoció a Antonio Pedro, quien según puede leerse en la lápida de su tumba que está en el área 13 del Panteón Municipal de Delicias, nació el 10 de julio de 1930 y falleció el 20 de julio de 2013 a los 82 años y 11 meses.
Dijo Gallegos que antes de que empezara a cantar Antonio Pedro se dedicaba a arreglar máquinas de coser. Y junto con Reyes Castañeda, un virtuoso de la guitarra, quizá a la altura de Cleofas Villegas, rancheaban reparando máquinas.
“Cuando lo conocí vivía cerca del centro, a la vuelta de la Tortillería San Juan. En una peluquería de ese barrio y en una sombrerería de ahí mismo se ponía a cantar acompañado a la guitarra por Reyes y a veces por Luis Armando Sánchez Lozoya, un amigo mío al que le decíamos Bichy. El dueño de la sombrerería te puede platicar mucho de él”, mencionó el cronista de la ciudad.
Asegura Gallegos Pérez que Antonio Pedro “Era muy simpático, las señoras se le echaban encima. Cantaba sumamente parecido al auténtico”.
Recuerda que cuando fue director de Desarrollo Social con Rogelio Bejarano, en la administración municipal 1992-1995, el poeta, pintor y escritor Alfredo Espinosa era el director del Teatro de la Ciudad.
“Un día me dijo Alfredo que Zaqueo Villegas, hermano de Cleofas, quería presentar ahí en el Teatro de la Ciudad a Antonio Pedro. Yo le dije que tuviera cuidado, que en otras partes había quedado mal. Pero Alfredo, confiado como es, no hizo caso”.
Se presentó Antonio Pedro en el Teatro de la Ciudad, fue un gran éxito, pero Zaqueo Villegas se peló con el dinero de la taquilla.
“Tuve que pedirle la renuncia, diciéndole que se debió haber fijado en el nombre: Zaqueo”.
