Pos luego de ver el debate de anoche, ya no queda duda que Claudia Sheinbaum será la primera presidenta del país. El escenario político mexicano se calienta con la proximidad de las elecciones presidenciales, y con ello, surgen las voces que intentan dibujar un futuro diferente para el país.
En este contexto, el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo, ha colocado sobre el tapete un tema que va más allá de simples promesas electorales: la distinción entre el neoliberalismo y el humanismo mexicano, representados, respectivamente, por los modelos económicos que marcaron el pasado y el presente reciente del país.
En el epicentro de esta discusión se encuentra la candidata presidencial de la alianza «Sigamos Haciendo Historia», Claudia Sheinbaum, quien se ha comprometido a llevar a cabo una administración que no solo rompa con el legado neoliberal, sino que también impulse un enfoque más humano y equitativo para el desarrollo económico del país.
Las palabras de Delgado Carrillo no pasaron desapercibidas, al destacar las diferencias palpables entre el panorama económico bajo el liderazgo del presidente López Obrador y el sombrío legado dejado por el neoliberalismo.
Y es que es innegable que el modelo neoliberal no solo fracasó en generar un crecimiento económico sostenible, sino que también exacerbó la desigualdad, aumentó la pobreza y sometió al país a ciclos recurrentes de devaluaciones y ajustes en el precio de los combustibles.
En contraste, el gobierno actual ha demostrado una capacidad notable para enfrentar los desafíos económicos, incluso en tiempos de crisis como la pandemia de Covid-19. La rápida recuperación económica post-pandemia bajo el liderazgo de López Obrador ha sido un logro digno de mención, reflejando políticas que han priorizado la protección de los sectores más vulnerables y el impulso de proyectos de desarrollo social y económico.
Pero, más allá de los logros tangibles, lo que realmente marca la diferencia es el enfoque subyacente: el humanismo mexicano. Esta filosofía de gobierno pone en primer plano la dignidad y el bienestar del pueblo mexicano, reconociendo que el progreso económico no puede lograrse a expensas de la justicia social y la equidad. Se asegura entre las filas morenistas, desde ya, que Claudia ganará por 30 millones de votos.
Pos cambiando de tema, mal y de malas anda la Secretaría de Educación y Deporte del Gobierno del Estado, porque ahora se le ocurrió cancelar un programa en el Centro de Estudios Musicales de Chihuahu, en la capital conservadora, que dejará sin apoyo a estudiantes.
Y es que las quejas de los padres de familia surgieron en las redes sociales y se armó tremento escándalo, cuando recibieron la notificación y la puesta en marcha de un esquema para los cursos de música, pues.
Oséase que con estos méndigos cambios únicamente se brindará por parte de una fundación la atención a pequeños de quinto de primaria a tercero de secundaria, pero dejarán fuera a los otros grados de educación básica y los niveles de preparatoria.
En la página de la Secretaría de Educación se la pasaron todo el fin de semana a borre y borre los comentarios de reclamos, de los padres, que con justa razón preguntaban que por qué sí había recursos para despilfarrar en imagen de funcionarios pero en la cultura y arte de los menores, cada vez hay menos apoyo.
Resulta y resalta que pareciera que a las autoridades se les olvida que el arte y la cultura juergan una especie de esperanza en los niños chihuahuenses, en medio de una entidad donde la violencia es cosa de todos los días.
Desde la música hasta la pintura, pasando por el teatro y la literatura, estas expresiones nos recuerdan que hay belleza y creatividad en medio del caos, ues. Son herramientas para sanar heridas, generar diálogo y reconstruir el tejido social. En tiempos oscuros, las artes brillan con luz propia, que no se nos olvide eso.
Por eso somos los rompenueces.