En un gesto que busca dar alivio y un respiro en medio de las adversidades, la Dirección de Derechos Humanos del municipio organizó una convivencia en el AquaDIF para las personas en situación de movilidad que se encuentran alojadas en el albergue Enrique «Kiki» Romero, acción que fue recibida con gratitud y alegría por parte de los migrantes.
Santiago González Reyes, titular de la dependencia, resaltó que la convivencia había sido prometida a los integrantes del equipo que resultó campeón en la Copa América Migrante, un torneo que se llevó a cabo recientemente, pero también se extendió la invitación a otras familias que se encuentran en el albergue.
Durante el evento, los migrantes fueron recibidos con cálida hospitalidad y se les ofreció alimentos y un tiempo de sano esparcimiento, lo cual tiene un impacto significativo en la salud mental y emocional de las personas que enfrentan una situación migratoria estresante.
El defensor de derechos humanos explicó que la iniciativa busca proporcionar un alivio temporal a los migrantes, quienes enfrentan una situación migratoria complicada y luchan contra el estrés y la incertidumbre en su camino hacia un futuro mejor.
Muchos de ellos han dejado sus hogares en busca de oportunidades y seguridad en un país extranjero, enfrentando obstáculos y desafíos a lo largo del camino.
González Reyes destacó que las personas que participaron en esta convivencia ya cuentan con citas programadas a través de la aplicación CBP One, que les permitirá presentarse ante las autoridades de Estados Unidos en el momento adecuado.
Mientras esperan este importante paso en su proceso migratorio, se encuentran establecidos en el albergue Enrique «Kiki» Romero, lo que contribuye a mantener un proceso ordenado y estructurado.
Uno de los aspectos notables de esta experiencia fue la respuesta en las instalaciones de AquaDIF, ya que muchos de ellos expresaron su asombro y emoción al tener la oportunidad de disfrutar de una alberca de este tipo, porque en sus lugares de origen habían estado acostumbrados a nadar en ríos y lagunas, explicó González Reyes.
El defensor de derechos humanos expresó que en medio de las complejidades que rodean la migración y los desafíos que enfrentan los migrantes, esta convivencia en el AquaDIF se convierte en un recordatorio de la importancia de brindar apoyo humanitario y empatía a quienes se encuentran en situaciones vulnerables.
Además, esta experiencia resalta cómo pequeños gestos de solidaridad pueden tener un impacto significativo en la vida de aquellos que luchan por un futuro mejor lejos de sus hogares.