Redacción
Doce encuentros de postemporada después, prevalece lo sucedido durante la temporada regular: los sembrados número uno en cada Conferencia disputarán el Super Bowl LVII, el 12 de febrero, en el estadio State Farm de Glendale, Arizona, publicaron medios estadounidenses.
Los Eagles de Filadelfia (Nacional) y los Chiefs de Kansas City (Americana) dirimirán al campeón de la NFL, en un duelo entre los equipos más dominantes durante la campaña regular, algo que no es tan común en una Liga que pondera la paridad.
Sólo 13 de las 56 ediciones previas del juego por el título fueron protagonizadas por las organizaciones que marcaron la pauta en la campaña regular.
La más reciente se dio hace cinco años, precisamente con los Eagles, cuando se impusieron a los Patriots de Nueva Inglaterra (41-33), con Nick Foles como su quarterback titular.
Hoy es Jalen Hurts, quien vive su tercera campaña en la NFL, pero primera en la que explotó y comandó a un ataque que lideró la Liga prácticamente en todos los rubros importantes.
Enfrente estarán los Chiefs y Patrick Mahomes, quien va por su segundo anillo de campeón. El elusivo pasador disputará su tercer Super Bowl. Hace tres años, derrotó a los 49ers de San Francisco; hace dos, sucumbió con los Buccaneers de Tampa Bay, comandados por Tom Brady.
Será el décimo choque entre ambos. La serie favorece a Kansas City (5-4), que ha ganado los tres más recientes. Filadelfia no vence al que será su rival en el Súper Domingo desde el 27 de septiembre de 2009 (34-14).
En cuanto a las apuestas, Filadelfia ha abierto como favorito por un punto, línea que puede sufrir varios cambios durante las próximas dos semanas.