En una nueva descalificación a la Judicatura, el presidente Andrés Manuel López Obrador consideró ayer que la red de complicidades y componendas que prevalece ahí se enquistó desde que en el sexenio de Carlos Salinas se le entregó el Poder Judicial al Partido Acción Nacional.
Al inicio de ese contubernio se crearon los privilegios, expresados en los elevados salarios de los funcionarios judiciales, así como en permitir el nepotismo, añadió.
López Obrador encuadró lo que llamó la entrega del Poder Judicial al PAN en una tendencia: toda la política de privatización y las reformas para desaparecer el ejido, reforma el artículo 27, entrega los bancos, entrega las empresas, entrega las minas y en eso coincide plenamente con el PAN y también hacen una alianza política, mientras a nosotros nos hacían fraudes.
Recordó que la revista Forbes ha documentado que fue en el sexenio de Salinas cuando se construyeron las grandes fortunas en México.
Durante su conferencia, dijo que fueron los tiempos en que el panista Diego Fernández de Cevallos forjó su influencia como parte de las componendas PRI-PAN.
“Todos los recomendados de los líderes el PAN entraban al Poder Judicial, más otros recomendados de grupos de intereses creados. El Poder Judicial se convirtió en un poder al servicio –como estaba también el Ejecutivo, lo mismo, un poder al servicio– de una minoría”.
Mencionó que entonces, para mantener el control de ese poder, maiceaban a los funcionarios judiciales a través de altos salarios, que en la actualidad han alcanzado hasta los 700 mil pesos mensuales para un ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Destacó que se establecieron vínculos centrados en la “compra de lealtades, compra de conciencia. Se pudrió el Poder Judicial. Parte de las concesiones era también permitir el nepotismo, aparte de la corrupción.
El problema es de fondo, dijo López Obrador. Que se agarra a un delincuente y por dinero se le deja libre, o por influencia, imagínense el daño que causan a la sociedad.
Citó como ejemplo los fallos recientes para descongelar las cuentas de la esposa de Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública en el sexenio de Felipe Calderón.
Es una red de complicidades, de componendas. Y así muchas cosas. Esto de que dos ministros cancelen la ley eléctrica, una legislación que beneficia al pueblo, pero que no les conviene a las empresas particulares, reprochó.
Instó entonces a aprobar su iniciativa de reformas al Poder Judicial para que la designación de ministros, magistrados y jueces ya no sea mediante arreglos cupulares, sino a través de elecciones.
Que sea el pueblo el que elija y así van a actuar de manera distinta, porque van a estar pendientes de que, si actúan mal, ya no los van a volver a elegir, o los pueden quitar. Incluso se está proponiendo en la reforma que haya un tribunal independiente, porque ahora deciden lo que quieren.