La Dirección de Desarrollo Rural del Municipio gestionó ante la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS) la entrega de biosólidos frescos provenientes de las Plantas Sur-Sur y San Isidro para aplicarlos en las tierras de cultivo en el Valle de Juárez.
El destino del subproducto orgánico que se gestionó en abril y mayo del 2024, fueron las parcelas del ejido Jesús Carranza, en donde se aplicó un promedio de 40 toneladas por hectárea, cubriendo un total de seis hectáreas, indicó el titular de la dependencia, Enrique Reyes Córdova.
Explicó que esta gestión se hizo conforme a la Norma Oficial Mexicana NOM-004-SEMARNAT-2002, la cual clasifica a los biosólidos como aptos para el mejoramiento de suelo agrícola.
Dijo que su uso en estas parcelas tuvo como objetivo recuperar terrenos con bajos niveles de materia orgánica y altos contenidos de sales, condiciones que habían limitado su rendimiento como campo agrícola.
Reyes Córdova comentó que el biosólido fue distribuido y mezclado con el suelo mediante pasos sucesivos de rastra. En diciembre de 2024 se sembró una mezcla de varios cultivos de forraje, como el ryegrass, triticale y avena.
Asimismo, destacó que para finales de febrero de 2025, la pradera ya se encontraba establecida y actualmente se está utilizando para el pastoreo de 60 becerros que tienen un peso promedio de 250 kilogramos.
«Al concluir el ciclo de pastoreo se evaluará la producción en kilogramos por hectárea y se harán análisis de suelo para determinar el impacto del tratamiento en la productividad y recuperación del terreno», agregó el funcionario.
