Pos en los últimos años, Ciudad Juárez ha experimentado el fenómeno migratorio como pocas otras ciudades en el continente americano. Su ubicación fronteriza, en el cruce con Estados Unidos, la convierte en un epicentro de movilidad humana, y con ello, en un escenario de tragedias y desafíos que han marcado profundamente a la población local y a los migrantes. Sin embargo, frente a las adversidades, la ciudad ha demostrado un compromiso firme con los derechos humanos y ha llevado a cabo acciones ejemplares a través de su administración municipal.
Bajo la dirección de Santiago Reyes, la Dirección de Derechos Humanos del Municipio ha trabajado incansablemente para garantizar que los derechos de los migrantes sean protegidos y respetados, incluso en condiciones tan adversas como las que se viven en la frontera. La administración de Cruz Pérez Cuéllar ha asumido un rol proactivo y fundamental en este proceso, convirtiendo al alcalde en un referente nacional en torno a la gestión migratoria.
Y es que el liderazgo de Pérez Cuéllar se consolidó recientemente en el foro internacional “Ciudades del Futuro: El Liderazgo de los Alcaldes en la Gestión de la Migración en las Américas”, celebrado en Nueva York. En este evento, organizado por el Consejo de Alcaldes para la Migración (MMC), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Emerson Collective y el CAF-Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe, el alcalde de Ciudad Juárez presentó la situación actual de la migración en su ciudad y propuso una serie de acciones concretas en beneficio de esta población.
Resulta y resalta que frente a líderes de toda América Latina, Pérez Cuéllar destacó la complejidad del cruce fronterizo Juárez-El Paso, que entre octubre de 2023 y agosto de 2024 vio pasar a más de 327 mil migrantes, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). Este flujo migratorio, lejos de ralentizarse, se ha incrementado en los últimos años, alcanzando su punto máximo en 2023, cuando más de 482 mil personas cruzaron la frontera, lo que hace de Ciudad Juárez un punto clave en la crisis migratoria regional.
Uno de los logros más importantes de la actual administración es la apertura de albergues municipales que brindan refugio, alimentación y atención médica a los migrantes. Desde 2021, al menos 25,790 personas provenientes de 37 países han sido atendidas en estos albergues, entre ellos el Enrique «Kiki» Romero y el albergue Felipe Ángeles. Estos espacios no sólo han garantizado la seguridad y la dignidad de las personas migrantes, sino que también han proporcionado servicios educativos, actividades recreativas y apoyo psicológico, generando un impacto positivo tanto en la población migrante como en la comunidad local.
Pero el compromiso del gobierno municipal no se detiene ahí. Con una inversión de 250 millones de pesos, el alcalde anunció la apertura de cuatro nuevos albergues, tres de los cuales estarán destinados exclusivamente a migrantes, reforzando así la infraestructura de atención humanitaria en la ciudad. Este tipo de iniciativas no solo reflejan la responsabilidad social de Ciudad Juárez, sino que también la posicionan como una ciudad que está a la vanguardia en la gestión migratoria, al brindar soluciones tangibles y sostenibles a un problema de dimensiones globales.
La participación del alcalde en el foro internacional también permitió a Ciudad Juárez compartir algunas de las lecciones aprendidas en la gestión migratoria y proponer nuevas ideas para mejorar la atención a migrantes en la región. Entre ellas, destaca la creación de una «Ruta segura para migrantes», que busca proteger a quienes atraviesan las ciudades fronterizas mediante corredores seguros y regulados. Esta iniciativa no solo garantizaría la seguridad física de los migrantes, sino que también reduciría el riesgo de explotación y violencia a manos de organizaciones criminales.
Además, Pérez Cuéllar propuso un «Registro único de salud para migrantes», una medida innovadora que permitiría realizar un seguimiento médico de las personas en contexto de movilidad desde el momento en que cruzan las fronteras. Esta propuesta busca homologar los estudios médicos y generar un sistema de información compartida entre las ciudades que forman parte de la Alianza de Alcaldes de las Américas para la Migración, con el fin de prevenir la propagación de enfermedades y ofrecer una atención sanitaria adecuada a los migrantes.
Otra de las propuestas clave del alcalde fue el desarrollo de un portal digital que permita a los migrantes solicitar su ingreso a Estados Unidos desde su país de origen, evitando así los riesgos asociados a los trayectos peligrosos. Este portal, vinculado al Registro único de salud, garantizaría un proceso más ordenado y seguro para aquellos que buscan ingresar al país vecino, reduciendo la necesidad de que miles de personas arriesguen sus vidas en el desierto o en manos de traficantes de personas.
El liderazgo de Cruz Pérez Cuéllar en materia migratoria no solo ha sido reconocido a nivel local y nacional, sino que también está siendo observado con interés en foros internacionales como el de Nueva York. Su enfoque pragmático y humanitario, basado en la defensa de los derechos humanos y el fortalecimiento de las instituciones locales, es un ejemplo a seguir para otras ciudades que enfrentan retos similares. En un contexto en el que la migración sigue siendo uno de los temas más polarizadores y complejos, Ciudad Juárez ha demostrado que es posible gestionar este fenómeno de manera efectiva y con un enfoque centrado en las personas.
Mientras las cifras de migrantes continúan creciendo, el compromiso de Ciudad Juárez se mantiene firme. La apertura de nuevos albergues, la implementación de rutas seguras y el desarrollo de herramientas digitales innovadoras son solo algunos de los pasos que la ciudad ha dado para enfrentar este desafío de manera responsable. Bajo el liderazgo de Pérez Cuéllar, Ciudad Juárez no solo ha respondido a la crisis migratoria, sino que ha sentado un precedente de cómo las ciudades pueden y deben ser actores clave en la protección de los derechos humanos en tiempos de movilidad.
Por eso somos los rompenueces.
