Redacción
La historia de María Luisa es una de ésas que rompe con lo que habitualmente se le les conoce a los rarámuris en la Sierra de Chihuahua.
Tiene 27 años y acaba de ser enjuiciada en Sonora, por el feminicidio de su hija de apenas 4 años de edad.
De acuerdo con lo que se ha expuesto en su juicio y en los medios de comunicación de esa entidad, se indica que la mujer sumergió a su hija en las aguas de un canal y luego sepultó de forma clandestina su cuerpo en el borde del mismo, en Juan José Ríos, Guasave.
Lo hizo una tarde, entre el 17 y 18 de marzo (María no recuerda el día exacto) después de llegar de trabajar de un campo agrícola de tomatillo.
Sus abogadas señalan en la causa penal 94/2023, que María Luisa fue prejuzgada antes de ser llevada a juicio y que su declaración que rindió antes de ser detenida no contó con un asesor legal.
En la audiencia, el juez de Control y Enjuiciamiento dictó medidas cautelares de tres meses de plazo para el cierre de la investigación y prisión preventiva oficiosa, a la acusada de los delitos de feminicidio y delito vinculado con la desaparición de personas.
María Luisa confesó a las autoridades haber llevado a su pequeña hija de cuatro años a un dren, en la sindicatura de Juan José Ríos, en Guasave, donde la sumergió en varias ocasiones y luego la enterró en forma clandestina en el bordo.
Luego la mujer regresó a su casa, donde hizo algunas actividades. Según la Fiscalía sinaloense el arresto de Maria Luisa ocurrió el pasado 13 de abril, en la sindicatura de Juan José Ríos, Guasave, en cumplimiento de una orden librada en su contra por los delitos de feminicidio y delito vinculado con la desaparición de personas.
La Fiscalía acreditó que el pasado 21 de marzo, en el bordo de un dren de la misma sindicatura fue descubierto el cuerpo semienterrado en forma clandestina de una niña de cuatro años de edad, cuyos estudios forenses de fondo determinaron que esta había muerto por asfixia en sustancia líquida.
La vinculada a proceso cuenta con dos abogadas particulares y un traductor indígena para auxiliarla a que entienda muy bien las imputaciones que le realizó la autoridad judicial sobre la muerte de su niña.
Medios sonorenses han difundido que María Luisa, antes de asesinar a su hija, pasaba por una mala situación económica. Por eso pensó que era mejor matarla, porque no tenía “ni para darle comida y ofrecerle una mejor vida”.