Un equipo de científicos de la empresa Colossal Biosciences ha logrado reprogramar células madre de elefante e insertarles genes de mamut, con el objetivo de crear una especie híbrida entre ambos animales y restauar los ecosistemas árticos.
El proyecto, que se inició en 2023, busca producir óvulos y espermatozoides híbridos que puedan dar lugar a embriones viables en un útero artificial. Los científicos esperan tener los primeros ejemplares de mamut-elefante para el año 2028.
Según los investigadores, esta iniciativa no solo podría revivir a un animal extinto hace unos 4 mil años, sino también ayudar a la conservación del elefante asiático, una especie amenazada por la pérdida de hábitat y la caza furtiva. Además, se cree que los mamuts podrían contribuir a restaurar los ecosistemas árticos, que se han visto afectados por el cambio climático.
Para lograr este avance, los científicos han utilizado una técnica de edición genética llamada CRISPR-Cas9, que les permite modificar el ADN de las células de forma precisa y eficiente. Han seleccionado unos 60 genes de mamut que les confieren características distintivas, como el pelaje lanudo, la grasa subcutánea, las orejas pequeñas y la sangre adaptada al frío.
Estos genes se han obtenido de restos de mamuts congelados que se han encontrado en Siberia y Alaska. Luego, los han introducido en células madre de elefante, que son capaces de convertirse en cualquier tipo de célula del cuerpo.
Así, han logrado reprogramar las células de elefante para que expresen los genes de mamut. El siguiente paso es producir gametos (óvulos y espermatozoides) híbridos, que se combinarán para formar embriones. Estos embriones se desarrollarán en un útero artificial, que simulará las condiciones del vientre materno.
Finalmente, se espera que nazcan los primeros mamut-elefante, que serán criados en un santuario especial en Texas. El líder del proyecto, el genetista George Church, ha declarado que este es el primer paso para crear un ‘parque jurásico’ de animales extintos. ‘
No se trata solo de traer de vuelta al mamut, sino de crear un ecosistema más diverso y resiliente’, ha afirmado. Sin embargo, el proyecto también ha generado críticas y cuestionamientos éticos por parte de otros expertos y organizaciones ambientales. Algunos argumentan que se trata de una manipulación irresponsable de la vida, que podría tener consecuencias imprevisibles para la biodiversidad y el equilibrio ecológico. Otros señalan que se debería priorizar la protección de las especies actuales, que están en riesgo de extinción por la acción humana. Además, se plantean dudas sobre el bienestar de los animales híbridos, que podrían sufrir problemas de salud, adaptación y reproducción.
