Pos ahora que están de moda los berrinches políticos de los conservadores, lo que sigue en México son las rabietas de los magistrados de la Suprema Corte de Injusticia de la Nación.
Los magistrados, con honrosas excepciones, han secuestrado el Poder Judicial, y se han convertido en el principal obstáculo para garantizar un efectivo Estado de Derecho, y es que la extinción de 14 fideicomisos les dolió hasta el tuétano, porque saben, que ya están a punto de perder sus privilegios.
Resulta y resalta que es una mentada de madre para el pueblo mexicano, pero sobre todo para los 55 mil trabajadores del Poder Judicial Federal en todo el país, que se destinen 10 mil millones de pesos para compensaciones, prestaciones y jubilaciones únicamente para 599 altos funcionarios, comparados, pues, con los 69 millones que reciben los empleados en mención.
Estos sinvergüenzas que no quieren ajustarse a la realidad que vive el país, les da miedo, pues, dejar sus privilegios, y hay que recordar que ellos ganan 43 veces más que el promedio de los trabajadores inscritos al Instituto Mexicano del Seguro Social.
Tiene razón el presidente Andrés Manuel López Obrador cuando dice que quienes se atreven a recibir esas prestaciones carecen de vocación de servicio, y lo que más les importa es lo material y pos la verdad que pueden ganar eso, pero no en el servicio público, el cual están utilizando para enriquecerse y para vivir como magnates.
Es una vergüenza para todas y todos los mexicanos que un grupo conservador, que ha estado del lado de los fraudes y apoyando las disparatadas de empresarios como Claudio X. González, hagan protestas porque no quieren perder sus privilegios.
La presidenta de la Corte, Norma Piña, es una funcionaria mentirosa que está en contra de la transformación del país, una funcionaria que quieren que se mantengan los grandes sueldos y se siga practicando la falsa justicia.
Los 15 mil millones de pesos anuales de los fideicomisos, pueden y deben usarse en apoyo a los vulnerables, en becas, en construcción de escuelas y en la salud.
Es lamentable que estas cosas se estén expresando o manifestando, que se den estas protestas, porque es injusto es defender privilegios, es pecado social. ¿Cómo se va a defender a quienes viven colmados de atenciones, de privilegios?”, cuestionó AMLO ayer en su conferencia matutina.
Ahora sí que cuantas más leyes, más ladrones.
Por eso somos los rompenueces.
