Pos parece que las irregularidades en el gobierno de Maru Campos no tienen fin, y es ahora creó la Oficina de la Gubernatura del Estado como parte de la Administración Publica Centralizada
Resulta que esta nueva dependencia nace con la naturaleza jurídica de una unidad de asesoría y de apoyo técnico que asumirá entre otras responsabilidades, la secretaría particular, la planeación de la Administración Pública Estatal, la coordinación de asesores y las representaciones del Gobierno del Estado en la Ciudad de México y en Ciudad Juárez.
Se supone, pues, que la chamba de esa oficina es exactamente el trabajo que tiene por responsabilidad la gobernadora. Pos todavía no está claro, pero operará con varios millones de pesos y como tendrá bajo su cargo las transas de las asesorías, ya se imagina usted estimada lectora, querido lector, que ahí no habrá transparencia ni nada que se le parezca.
DE HUESO EN HUESO
Pos a nivel estatal todavía hay quienes en MORENA piensan que deben ser eterno, como en el PRI, pues, y brincar y brincar entre hueso y hueso.
Nos referimos al diputado don Don Gustavo de la Rosa, quien ya se apuntó para buscar una diputación estatal, para vivir agusto, del presupuesto del estado, donde nomás se la pasa haciendo shows y pegando de brincos.
Su sobrino, Juan Carlos Loera, quien ya no ve lo duro sino lo tupido, porque en las encuestas para la senaduría salió hasta debajo de Armando Cabada, ahora anda queriendo hacer fórmula, con Andrea Chávez, quien va en primer lugar, por arriba de Adriana Terrazas que ya va en segundo.
PRI LE SACA PROVECHO A SU ALIANZA CON MARU
Pos ya que andamos en estos menesteres partidistas, el PRI ya tiene moneda de cambio por su apoyo a la gobernadora. La reciente revelación de los finalistas para el Instituto Chihuahuense para la Transparencia y Acceso a la Información Pública (Ichitaip) deja un sabor agridulce para algunos panistas que se quedaron con las ganas
El proceso, diseñado para seleccionar, supuestamente, a los más capacitados, parece más un juego de azar partidista. Desde nombres prominentes del PRI hasta conexiones familiares cuestionables, la integridad del proceso está en tela de juicio. La omisión de ciudadanos independientes y la inclusión de individuos sin experiencia en transparencia socavan la verdadera búsqueda de competencia y conocimiento.
En un momento en que la transparencia debería esencial, ante oros escándalos en el tema dentro del Gobierno de Maru Campos y su Liga de la Injusticia, este proceso es más una negociación política que una selección basada en méritos. La ciudadanía merece más que un circo político, exige una institución que defienda verdaderamente su derecho a la información.
Por eso somos los rompenueces.