Pos, ¿qué creen? A pesar de la violencia que afecta diversas regiones de México, incluyendo algunos destinos turísticos, el país sigue consolidándose como una de las potencias más atractivas para el turismo a nivel mundial. Las cifras más recientes lo confirman: en 2024, el sector turístico creció un 4.4 por ciento, manteniendo a México como el sexto país más visitado del mundo. Un logro que, lejos de ser circunstancial, responde a una estrategia bien dirigida y a la innegable riqueza cultural, histórica y natural que ofrece la nación.
La secretaria de Turismo, Josefina Rodríguez, presentó cifras contundentes que demuestran la fortaleza de esta industria. Los ingresos por turismo ascendieron a 32 mil 956 millones de dólares, lo que significa que México ha logrado recuperar el nivel de ingresos que tenía antes de la pandemia. Pero más relevante aún es que el país goza de un superávit turístico de 21 mil 632 millones de dólares. Es decir, la llegada de turistas internacionales no solo se mantiene en ascenso, sino que sigue generando una derrama económica de impacto positivo en la balanza comercial.
En total, 86.4 millones de visitantes internacionales arribaron a México en 2024, un incremento del 15.5 por ciento respecto a 2023, lo que equivale a 45 millones de turistas adicionales. Estas cifras dan cuenta de una tendencia clara: México no solo es un destino deseado, sino que sigue creciendo en popularidad, aun en medio de los retos que plantea la inseguridad en algunas regiones.
Y es que es imposible negar que la violencia sigue siendo un factor que genera preocupación, tanto para los ciudadanos como para quienes planean visitar el país. Las noticias sobre hechos delictivos en zonas turísticas suelen generar incertidumbre, y no faltan las advertencias de gobiernos extranjeros sobre ciertos destinos. Sin embargo, esta problemática no ha mermado la confianza de millones de turistas que siguen eligiendo México.
El gobierno y el sector privado han trabajado en reforzar la seguridad en los principales destinos turísticos, con una estrategia que combina vigilancia, inversión en infraestructura y la diversificación de los atractivos turísticos para reducir la concentración en zonas con altos índices de criminalidad. Además, los turistas saben que México es un país de contrastes y que, si bien existen regiones con problemas de inseguridad, muchas otras ofrecen experiencias seguras y enriquecedoras.
La actual administración ha apostado por una política turística transversal. La visión no solo busca incrementar el número de visitantes, sino hacerlo de manera sostenible, innovadora y con respeto a los derechos de los pueblos indígenas. Entre las estrategias destacan la diversificación del mercado, la ampliación de las zonas de turismo comunitario, el reordenamiento de los Pueblos Mágicos, la consolidación del recorrido sobre el Mundo Maya y la ampliación de los sitios considerados Patrimonio de la Humanidad.
México tiene un objetivo ambicioso: alcanzar el quinto lugar entre los países más visitados del mundo. Y si el crecimiento sostenido de los últimos años se mantiene, este objetivo no está fuera del alcance. La riqueza cultural, histórica, gastronómica y natural del país sigue siendo su mejor carta de presentación.
A pesar de los desafíos que enfrenta, México sigue siendo un imán para los viajeros de todo el mundo. Su magia radica en la diversidad de sus paisajes, en la calidez de su gente y en la autenticidad de sus tradiciones. Cancún, Los Cabos, la Riviera Maya, la Ciudad de México, Oaxaca, Guanajuato y tantos otros destinos siguen cautivando con su belleza y su oferta cultural.
México no es solo un destino; es una experiencia que, con sus claroscuros, sigue atrayendo a millones. La violencia es un problema real, pero el país ha demostrado que su riqueza turística y cultural es mucho más fuerte que sus adversidades. Y mientras la estrategia turística siga evolucionando, México continuará siendo uno de los destinos más visitados del mundo, desafiando las expectativas y mostrando que, incluso en tiempos difíciles, sigue siendo el corazón vibrante del turismo internacional.
Por eso somos los rompenueces.