México y China, los grandes aliados

spot_imgspot_img

Pos, ¿qué creen? En un contexto internacional donde las tensiones comerciales son cada vez más evidentes, México se encuentra en una encrucijada estratégica. Con la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos, la relación bilateral entre ambos países atraviesa una etapa complicada. Sin embargo, a pesar de los intentos por desacreditar la cooperación económica entre México y China, este último sigue siendo un socio clave, cuyo potencial de inversión y colaboración podría ser un pilar fundamental para el crecimiento económico de México. Es momento de reflexionar sobre esta alianza y considerar los beneficios tangibles que se derivan de ella.

Y es que es importante destacar la fortaleza y estabilidad que caracteriza a la relación económica entre ambos países. Según las estadísticas, China ha sido el segundo socio comercial de México durante años consecutivos, con un volumen de comercio bilateral que alcanzó los 100 mil millones de dólares en 2023, un aumento interanual del 6.03%. Este dato refleja no solo la solidez de los lazos comerciales, sino también la capacidad de China para mantenerse como un aliado estable en medio de un panorama global incierto.

Además, México se ha consolidado como el segundo socio comercial de China en América Latina, lo que resalta la relevancia estratégica de ambos países en el comercio internacional. El embajador Zhang subraya que, a pesar de las campañas malintencionadas de ciertos sectores en Estados Unidos, las inversiones chinas en México no solo son legítimas, sino que contribuyen al desarrollo económico del país. En 2023, China invirtió 151 millones de dólares directamente en México, lo que ha permitido el crecimiento de sectores clave como la infraestructura de transporte, las industrias manufactureras, las telecomunicaciones y las energías renovables.

Pero lo más importante es que, lejos de ser una amenaza, las inversiones chinas están alineadas con las necesidades y prioridades de desarrollo de México. Son, de hecho, un factor crucial en la creación de empleos y en la mejora de infraestructuras que benefician directamente a la población mexicana. La intervención externa que pretende desacreditar estas inversiones no solo es infundada, sino que carece de base en las normas internacionales de comercio, que reconocen la soberanía de los países en sus relaciones económicas.

En cuanto a las críticas hacia el modelo económico de China, es esencial comprender que el sistema chino no es incompatible con los principios de la economía de mercado. Aunque algunos en Estados Unidos han intentado retratar a China como un sistema económico no orientado por el mercado, la realidad es muy diferente. La economía de China ha evolucionado de manera notable en los últimos 40 años, gracias a un proceso de reforma y apertura que ha permitido la coexistencia de empresas privadas y estatales, todas operando dentro de un marco de mercado.

Resulta y resalta que el modelo chino no es un obstáculo, sino una oportunidad. Las empresas estatales chinas, como las privadas, funcionan dentro de un mercado regulado y competitivo, lo que les ha permitido crecer y expandirse de manera significativa. En 2023, más de 53 millones de empresas privadas operaban en China, contribuyendo con más del 60% del Producto Interno Bruto (PIB) y generando el 70% de las innovaciones tecnológicas del país. Este fenómeno demuestra la capacidad de China para crear un entorno económico robusto y diversificado, que puede ser aprovechado por México.

En este sentido, lo que realmente está en juego no es un modelo económico incompatible, sino una política externa que, bajo la excusa de la «competencia desleal», intenta obstaculizar las relaciones comerciales y las oportunidades de inversión en mercados emergentes. Si México se alinea con esta visión, corre el riesgo de perder un socio estratégico que ha demostrado ser clave para su crecimiento.

Más allá de los intereses de terceros, México debe seguir fortaleciendo su relación con China, no solo por los beneficios inmediatos que ofrece, sino por el potencial de colaboración a largo plazo. El comercio y la inversión con China no son solo una respuesta a los aranceles impuestos por Estados Unidos, sino una oportunidad para diversificar las fuentes de crecimiento económico, reducir la dependencia de un solo socio y avanzar hacia un futuro más equilibrado y próspero. China no es solo un socio comercial, es un aliado en el desarrollo integral de México.

spot_imgspot_img
spot_imgspot_img
spot_imgspot_img

Noticias Recientes

Vehículos de México y Canadá quedan exentos de aranceles un mes: EU

El presidente Donald Trump está otorgando una exención de...

Seguirán fuertes vientos a partir de mañana

La Dirección General de Protección Civil emitió el pronóstico...

Gana atleta rarámuri la edición 2025 del Ultra Maratón Caballo Blanco

El atleta rarámuri Miguel Lara Viniegra, originario de Urique,...
spot_imgspot_img
spot_img
spot_imgspot_img
spot_imgspot_img