Pos la gobernadora Maru Campos, mejor conocida como Maru Moches, cada vez se hace más a la derecha. Ella es la representante número uno en el estado no solo del duartimo, sino de conservadurismo más rancio, ése que está en contra de los más vulnerables, de los más necesitados.
El fin de semana dio una muestra más de esto que escribimos. Dijo que para el Gobierno del Estado, los migrantes no son su prioridad y fiel a su costumbre panistoide, pues, le echó bronca al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Advirtió que su administración no haría nada más allá de brindar un trato humanitario a quienes buscan alcanzar el sueño americano, porque los “juarenses eran su prioridad”, algo que debemos poner en duda, porque sencillamente está contando mentiras.
La prioridad de la gobernadora es navegar de muertita y seguir armando sus negocios millonarios con la Plataforma Centinela o Plataforma Cenicienta. Si de verdad tuviera a los juarenses como una prioridad, como dijo, pos no se andaría con sus remedios caseros para solucionar el mal estado del transporte público que padece la clase necesitada.
El 18 de abril, la mandataria de Chihuahua, al encabezar la Mesa de Seguridad en Juárez, se envalentonó para hacer un llamado al Gobierno Federal: “Le pido al Gobierno federal: ¡Detengan el flujo migratorio ya! No es la primera ni será la última vez que recurre a estas estrategias mediáticas para desviar la atención de lo que verdaderamente sucede en la ciudad.
Tal parece, pues, que para Campos no existe la solidaridad en el tema de la migración, que debería tomarse como una oportunidad, y no como un problema. Ya hay muchos estudios, de la ONU, por ejemplo, que señalan que la migración es beneficiosa para todos si se gestiona correctamente, pero Maru Moches, insiste en seguir fomentando la percepción de que la migración es negativa.
Esto se da en el marco de una campaña para causar temor entre la población de lo que, según ella, puede generar la migración. No es cierto eso que se propaga, acerca de que se distribuyan los costos y beneficios de forma desigual, en otras palabras, pues, a que los migrantes “quiten” puestos de trabajo y oportunidades a la comunidad juarense.
La extrema derecha, encabezada por Maru Moches en Chihuahua, se ciega ante la realidad. La migración puede propiciar un aumento de la tasa de crecimiento económico en las ciudades destino, debido a que los extranjeros pueden sumarse a la fuerza laboral, y que el dinero que reciben de sus familiares, muchos de ellos en Estados Unidos, se gastan en Juárez.
La política pública que lleva a cabo el Gobierno del Estado, empuja a los extranjeros a emplearse de manera irregular, y pos eso los hace más vulnerables frente a la explotación y los abusos, y pos supuesto, de los narcos que andan como Juan por su casa en esta frontera.
La gobernadora debería estar buscando soluciones, trabajar en coordinación con los otros niveles de Gobierno y dejar los golpes y patadas para otros temas, como el de combatir la corrupción y la impunidad que priva en todo el estado.
La migración debe ser ordenada, segura y responsable, que no se le olvide a Maru que las familias no salen de sus países por gusto y que el Gobierno federal no puede actuar cerrando su frontera sur, eso es un crimen. La migración, más que un problema, representa un compromiso social en estos tiempos en que el mundo está cambiando y está dejando atrás, a los gobiernos que representan cualquier tipo de interés, menos los del pueblo, como sucede con la administración de Campos.
