Pos en la historia reciente de México, el narcotráfico ha sido un tema constante de controversia y tragedia. Uno de los episodios más significativos y controvertidos fue el secuestro del ginecólogo jalisciense Humberto Álvarez Machain durante el sexenio del expresidente Carlos Salinas de Gortari en 1990. Este caso ha vuelto a cobrar relevancia en los últimos días debido a las similitudes en las irregularidades que rodean la detención del narcotraficante Ismael «El Mayo» Zambada.
Y es que Humberto Álvarez Machain, un ginecólogo de Guadalajara, fue acusado de colaborar con el Cártel de Guadalajara para mantener con vida al agente de la Administración de Control de Drogas (DEA), Enrique «Kiki» Camarena, durante su tortura. Según los informes de la DEA, Álvarez Machain inyectó narcóticos al agente antidrogas en varias ocasiones, prolongando su sufrimiento.
Resulta y resalta que el secuestro de Álvarez Machain por parte de policías mexicanos y agentes de la DEA y su traslado ilegal a Estados Unidos para someterlo a juicio, provocó un escándalo internacional. La defensa de Álvarez Machain argumentó que su cliente había sido llevado a la Corte estadounidense de manera ilegal, violando el derecho internacional de extradición. El juez Edward Rafeedie finalmente determinó que no había suficientes pruebas para procesar al médico, y el caso culminó en una de las mayores crisis diplomáticas entre Estados Unidos y México.
El asesinato de «Kiki» Camarena y el juicio de Álvarez Machain definieron un punto de inflexión en la relación bilateral y en la lucha contra el narcotráfico. México envió múltiples notas diplomáticas a Estados Unidos, demandando la liberación de Álvarez Machain y su devolución a territorio mexicano para ser juzgado conforme a las leyes nacionales. Sin embargo, estas demandas no fueron atendidas, subrayando la complejidad y la tensión en la cooperación internacional contra el narcotráfico.
Pos décadas después, la historia parece repetirse con la detención de Ismael «El Mayo» Zambada. Las circunstancias de su captura han generado especulaciones y controversia, recordando el caso de Álvarez Machain. Una de las principales incógnitas es si la detención de «El Mayo» fue el resultado de un operativo legal, una entrega negociada, o si se trató de un secuestro similar al de Álvarez Machain.
La información proporcionada por Rosa Icela Rodríguez, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), añade más leña al fuego de estas sospechas. Según Rodríguez, «El Mayo» Zambada y Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín «El Chapo» Guzmán, salieron del país en un vuelo civil, ocultos de manera clandestina. Este detalle resuena inquietantemente con el modus operandi empleado en el caso de Álvarez Machain.
La comparación entre ambos casos nos hacer ver, pues, una constante en la lucha contra el narcotráfico: la línea entre la justicia y la violación de los derechos internacionales puede ser extremadamente delgada. Estos incidentes subrayan la necesidad de una cooperación más transparente y respetuosa del derecho internacional entre los países involucrados en la lucha contra el narcotráfico.
También llaman a una reflexión más profunda sobre los métodos empleados y las implicaciones a largo plazo de estas acciones en las relaciones diplomáticas y en la percepción pública de la justicia.
Por eso somos los rompenueces.