Cerca de 20 mil personas recibieron orden de evacuación ayer debido a un incendio forestal que avanzó rápidamente y arrasó zonas montañosas al norte de Los Angeles, mientras el árido sur de California experimentó una nueva ronda de vientos que avivaron otros dos fuegos.
Las llamas se encendieron por la mañana en Hughes y en cuestión de horas arrasaron cerca de 21 kilómetros cuadrados de árboles y matorrales, lo que provocó una enorme columna de humo cerca del área del Lago Castaic, popular zona de recreación ubicada unos 64 kilómetros al norte de los devastadores incendios Eaton y Palisades, que continúan activos después de tres semanas.
Una franja de 48 kilómetros de la autopista interestatal 5, una de las principales vías que va de norte a sur, cerró debido a las llamas.
Equipos en tierra y en aviones cisterna intentaron evitar que la quema, impulsada por el viento, cruzara la autopista y se dirigiera hacia Castaic, donde se ordenó la evacuación de la mayoría de los 19 mil residentes.
Otros 15 mil habitantes de la zona fueron advertidos para abandonar el lugar en cualquier momento, informó el Departamento de Policía del condado de Los Ángeles.