“No se puede arrancar de raíz de la noche a la mañana, de un día para otro un problema que lleva años y que además se propició, se alentó”, puntualizó.
El presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró que, pese a los asesinatos de dos sacerdotes jesuitas y un guía de turistas en Cerocahui, municipio de Urique, no cambiará su estrategia de seguridad.
En la conferencia matutina en Palacio Nacional, López Obrador apuntó que lo sucedido esta semana en la parroquia de San Francisco Xavier, en Cerocahui, es un “fruto podrido” de la política de corrupción de Gobiernos pasados.
“No (cambiará su estrategia de seguridad), al contrario, este es el camino. Todo esto es el fruto podrido de una política de corrupción, de impunidad, que se implementó desde los tiempos de Felipe Calderón”, subrayó.
“No se puede arrancar de raíz de la noche a la mañana, de un día para otro un problema que lleva años y que además se propició, se alentó”, puntualizó.
“No vamos a cambiar la estrategia, que sigan con sus campañas de desprestigio atacándonos con su prensa vendida o alquilada, porque solo si el pueblo, en un proceso electoral, decide que hay que cambiar y llegan Gobiernos como los de antes, entonces sí, pero nosotros no llegamos aquí para seguir con lo mismo, no es más de lo mismo, somos completamente diferentes a Salinas, Zedillo, Calderón, a Fox, Peña Nieto (…) Vamos bien, lo podemos afirmar hasta con números”, puntualizó.
El lunes 20 de junio, los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales, de 79 años, y Joaquín César Mora Salazar, de 80 años, así como una tercera persona, fueron asesinados a balazos por un grupo delincuencial al interior de la parroquia de Francisco Xavier en Cerocahui.