Pos pasó lo que todo México sabía que iba a suceder con Claudia Sheinbaum, y llegó el momento el domingo pasado en el que los televidentes se percataron, pues, que la candidata del prianismo, nomás no trae con qué abollarle la carrocería política a la abanderada morenista.
Y es que en el fervor del escenario político actual, donde las contiendas y los debates se convierten en el crisol de las ideas y propuestas, un nombre ha brillado con luz propia: Claudia Sheinbaum. La jefa de Gobierno con licencia de la Ciudad de México ha demostrado, una vez más, su dominio en el arte de la retórica y su capacidad para transmitir claridad y convicción en sus argumentos.
Ansina que el reciente debate político ha sido un campo de batalla intelectual donde los contendientes han puesto sobre la mesa sus plataformas, sus visiones y sus planes de acción. Sin embargo, en este mar de palabras, la voz de la panista y priista nomás no resonó.
Resulta y resalta que la razón de la destacada actuación de Sheinbaum, aparte de no dejarse picar por el anzuelo de la señora X, según los especialistas que le saben al asunto de los debates, no radica únicamente en su habilidad para articular ideas con solidez y coherencia, sino también en la autenticidad que emana de sus palabras.
Sheinbaum no es solo una política hábil, es una líder que conecta con la ciudadanía gracias a su cercanía, su empatía y su compromiso con el bienestar colectivo. Es todo lo contrario a la prianista, pues.
En un contexto donde la confianza en las instituciones políticas se encuentra en entredicho,pues, la figura de Sheinbaum representa un faro de esperanza y estabilidad. Su gestión al frente de la capital mexicana ha sido marcada por una visión progresista, pero también por una profunda sensibilidad hacia las necesidades y preocupaciones de la ciudadanía.
Es innegable que el debate ha sido un escenario donde se han contrastado diferentes visiones y enfoques. Sin embargo, en medio de este intercambio de ideas, Claudia Sheinbaum fue la única capaz de inspirar confianza y liderazgo. En cambio, la prianista no tiene ideas, ni propuestas.
Más allá de las diferencias políticas y las ideologías partidistas, es importante, pues, reconocer el talento y la capacidad de quienes se dedican a servir a la sociedad. En este sentido, Claudia Sheinbaum ha demostrado una vez más por qué es una de las figuras más destacadas de la política actual en México.
Su victoria en el debate no es solo un triunfo personal, es un reconocimiento al trabajo arduo, a la dedicación y al compromiso con un ideal de justicia y progreso para todos, pues, además fue solo un reflejo de la tendencia del voto que se ha mantenido desde hace un año y que no tendría por qué cambiar en lo que resta de campaña. Ahora si que como dice Cabada, Así las cosas…
Cambiando de tema, pues, ayer el Cabildo cambió la fecha de la segunda ordinaria del Ayuntamiento, y ahora será el lunes 22 de abril, tres días antes de que comience el proceso electoral estatal de manera oficial.
Y es que así como Sheinbaum ya se volvió inalcanzable, también el alcalde Cruz Pérez Cuéllar, quien solicitará licencia ese día en el Cabildo, prácticamente la ventaja del morenismo en Juárez es de 2 a 1 contra el prianismo.
Por eso somos los rompenueces.
