Las acciones en la Bolsa de Valores de Nueva York seguían cayendo en picada el lunes mientras Wall Street se preguntaba cuánto dolor económico está dispuesto a soportar el presidente Donald Trump para obtener lo que quiere.
El S&P 500 bajó un 2,1% en las operaciones del mediodía, saliendo de su peor semana desde septiembre. El promedio industrial Dow Jones cayó 405 puntos, o un 0,9%, a las 11:20 de la mañana hora del Este, y el índice Nasdaq se encontraba un 3,6% más bajo.
La principal medida del mercado de valores de Estados Unidos está en camino de registrar un séptimo movimiento de más del 1%, ya sea al alza o a la baja, en los últimos ocho días, tras violentos altibajos dominado por la errática imposición de aranceles por parte de Trump. La preocupación es que estas oscilaciones bruscas perjudiquen directamente la economía o creen suficiente incertidumbre para llevar a las empresas y consumidores a una parálisis que congele la economía. El S&P 500 ha caído un 8% desde su máximo histórico establecido el 19 de febrero.
La economía ya ha dado algunas señales de debilidad, principalmente a través de encuestas que muestran un aumento del pesimismo. Y una colección de indicadores en tiempo real, ampliamente seguida y compilada por el Banco de la Reserva Federal de Atlanta, sugiere que la economía de Estados Unidos podría estar ya en contracción.
Cuando se le preguntó durante el fin de semana si esperaba una recesión en 2025, Trump dijo a Fox News Channel: “Odio predecir cosas así. Hay un período de transición porque lo que estamos haciendo es muy grande. Estamos trayendo riqueza de vuelta a Estados Unidos. Eso es grande”, Luego agregó: “Toma un poco de tiempo. Toma un poco de tiempo”.
Trump insiste en que quiere traer de vuelta los empleos manufactureros a Estados Unidos, entre otras razones que ha dado para los aranceles. Su secretario del Tesoro, Scott Bessent, también ha dicho que la economía podría pasar por un período de “desintoxicación” a medida que se deshace de una adicción al gasto público.